Inseminación casera: ¿merece la pena?
tribuna
En reproducción asistida comienza a preocuparnos el aumento de la oferta y consumo de kits de autoinseminación adquiridos por internet por mujeres que desean quedar embarazadas de manera individual y administrados de manera casera y sin asistencia médica. Estos kits proceden de países donde la legislación más laxa que en España. Trae, entre otras cosas, una muestra de semen de donante que proviene de un banco que suele carecer de las garantías de calidad que en España se exigen a los bancos de gametos (estudios de enfermedades infectocontagiosas, de transmisión sexual, de origen genético… En definitiva, garantía médica de que el donante es anónimo y tiene una buena salud psicofísica).
Desde el momento en que una mujer necesita utilizar semen de donante, debería solicitar el asesoramiento médico para tener las máximas garantías, analizar su situación clínica y haber descartado contraindicaciones (hidrosalpinx, pólipos intrauterinos,… ) y tener una analítica hormonal correcta. Con esto evitamos riesgos obstétricos durante el embarazo. Además de supervisar el ciclo de la mujer y programar la inseminación en el momento adecuado, la muestra de semen es colocada en la cavidad uterina y no en la vagina como ocurre con los kits.
Respecto a porcentajes de éxito, la Inseminación Artificial supera el 20% frente al escaso 5% que se consigue con inseminación casera. Respecto al coste, un kit cuesta 650 euros y un tratamiento de IAD en MASVIDA Reproducción 800 euros. ¿Creéis que merece la pena exponerse a un riesgo para ahorrar 150 euros?
Vivimos una revolución tecnológica. Toda la información está a nuestra disposición a golpe de click, somos más independientes que nunca y queremos la máxima autonomía, pero esta libertad debe tener los límites que marca la correcta gestión de la salud.
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