Olvera vivió el domingo un día grande con la venida extraordinaria de la Virgen de los Remedios, alcaldesa de honor y perpetua de la localidad, para que interceda ante la sequía.
A las seis de la tarde salía del santuario Nuestra Señora de los Remedios, acompañada por olvereños, que la trasladaron a pie hasta la iglesia mayor parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, lugar donde permanecerá unos días. La imagen venerada volverá otra vez a su santuario el próximo lunes 17 de abril, día grande del pueblo que se festeja el Lunes de Quasimodo.
El pueblo se ha engalanado para recibir a su patrona, la Virgen de los Remedios, que vuelve a Olvera en procesión para que interceda ante la sequía, como ocurrió hace 308 años, el 9 de abril de 1715, para rogarle y pedirle por la lluvia. Banderolas, con fotografías de la Virgen, colgaduras y luces en los balcones de los vecinos adornaron todo el recorrido de la procesión de venida de la Virgen.
En torno a las 20:30 horas llegaba a la plaza de la Concordia donde fue recibida por el párroco y rector del santuario, Javier Ramírez; la alcaldesa del pueblo, Remedios Palma, el presidente del Consejo Pastoral, Antonio Pérez y los hermanos mayores de las cuatro Hermandades de Olvera.
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