Insignia a resguardoEl lazo rosa de un cargador solidario¿La minitúnica se pone de moda?
Hablar de buen tiempo y de Domingo de Ramos es hablar de hostelería. Ayer era más fácil encontrar mesa para almorzar en el centro que en extramuros, donde se antojaba complicado sentarse a comer en las zonas cercanas a San José y Salesianos y en el Paseo Marítimo. El hecho de que las dos primeras hermandades del día (ya es casualidad) salieran casi del mismo sitio quitó mucho público del casco histórico, otrora entregado a la salida de la Borriquita de El Carmen. Ahora, con esta cofradía en Puerta Tierra, el ambiente hostelero ha cambiado.
No me referiré a la del personal que acude a ver cofradías (ayer volvieron a verse hermanos mayores y antiguos hermanos mayores, miembros de junta, capataces y otra serie de cofrades sin corbata y en ocasiones sin chaqueta tampoco) ni a las que se ven en la gente que viste hábitos (donde se ve cada cosa que no sabe uno para qué está el responsable del tramo, o en su defecto la Fiscalía de la hermandad). Me centraré en la vestimenta de los cargadores. Ha llegado a tal punto la moda de este colectivo que ayer se vieron sudaderas de una cuadrilla que en el cuello incorporaba bordado el nombre del cargador.
Por cierto, el capataz de Jesús de la Paz, Manuel Jesús Peña, estrenaba para la ocasión (el día era especial) traje, camisa, corbata y zapatos. Incluso el martillo se lo había regalado un buen amigo.
Quiere Humildad -muy acertadamente- imprimir y remarcar el carácter clásico de la hermandad, elegante en las formas, sobria en los andares, en la música y en el exorno (ayer a base de lirios, 9.000 en total, en el paso del Señor y con unas clásicas y jarras de claveles blancos en el palio). No ayuda nada a esta imagen el griterío y las continuas arengas que desde debajo del paso de Amargura sonaron ayer nada más salir la cofradía, sobre todo si de fondo está sonando el himno de la Semana Santa que compuso Font de Anta. Hay que cuidar esos detalles.
Los cargadores del paso de misterio de Borriquita se encontraron en la calle Sopranis con unos gritos de aliento que les supo a gloria. En la puerta del bar Noray, donde se estaban fajando, se encontraban muchos cargadores de la Cena , que jalearon a sus compañeros del paso de Jesús de la Paz, aún con muchas horas en la calle por delante.
Protestará mucho el personal (qué de entendidos de la Semana Santa aparecen cada Domingo de Ramos para desaparecer al domingo siguiente), pero a partir de las diez de la noche las mismas calles abarrotadas a primera hora de la tarde pegan un bajón espectacular de público.
A las 14.41 horas: "En la Catedral hoy no ha habido procesión de Ramos. Todo se ha hecho en el altar mayor. Sólo dos canónigos y uno, sin casulla". A las 17.41 horas: "Cuidao con la cresta a lo Ronaldo del servidor de la Cruz de Guía". A las 17.42 horas: "Hoy se puede comprobar que no sólo Puertas de Tierra sino que la carrera oficial, por la configuración urbanística y climatológica de la ciudad, no admite cambios". A las 17.46 horas: "Palio de Caridad a doble paso por Campo del Sur". A las 17.25: "Cortitos los tramos del palio de Amparo. El Cristo en el edificio Amaya y el palio desembocando en San Juan de Dios". A las 18:28 horas: "¿Lo del viento de este año aletarga un año más el debate de la carrera oficial y la problemática del Domingo de Ramos?".
Era el principal estreno de la cofradía de Las Penas, pero no pudo lucir a su paso por el Campo del Sur a consecuencia del viento. Un cargador de la Virgen tuvo que sostener la insignia durante todo este trayecto, y parte de El Pópulo, para evitar una mala pasada con el Simpecado, o con el que lo porta.
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