La Tribuna Cofrade

La verdadera Navidad

  • El sábado se presenta el cartel anunciador y el Caído ya ha convocado su reparto de túnicas

  • Las cofradías pueden vivir una Cuaresma mucho más intensa ante la ausencia de Carnaval

Regalo que una alumna del Rebaño de María entregó a la campaña solidaria promovida por la cofradía de la Madre del Buen Pastor de Trille.

Regalo que una alumna del Rebaño de María entregó a la campaña solidaria promovida por la cofradía de la Madre del Buen Pastor de Trille.

No busquen en el tímido y laico alumbrado que apenas han dado vida a las calles, no la encontrarán en los pasillos y tiendas de los centros comerciales, ni tampoco en esos grupos pseudoflamencos que cantan en las terrazas de los bares. Por supuesto que se ha perdido en esa cabalgata que ha hecho las delicias de los más pequeños y las risas -o carcajadas- de los mayores no sólo de Cádiz, sino de toda España e incluso del extranjero. No se confunda, que las uvas no tienen nada que ver con eso, como tampoco esas ridículas tarjetas que juegan a ser un crisma pero felicitan las fiestas para evitar el vínculo religioso. Ni siquiera en las largas colas en la puerta de las confiterías para recoger el roscón lo va a encontrar.

La Navidad en mayúsculas, el verdadero espíritu que simboliza lo que se celebra hasta el día de hoy, cuando la Iglesia da por concluido este tiempo, es la que traslada esta foto tomada de la campaña de recogida de prendas de ropa para personas que lo necesiten organizada por la hermandad de la Madre del Buen Pastor de Trille. Esta imagen vale por mil palabras, porque sintetiza a la perfección lo que acabamos de vivir.

El papel envolviendo la prenda, signo de la misma emoción con la que se envuelven los regalos que se hacen a los seres queridos; el cartel personalizando el regalo, como ocurre en cada casa cuando los Reyes indican para quién es cada paquete; y el regalo a los pies del Nacimiento, como pastores de este siglo XXI que adoran con sus bienes al Rey de Reyes.

La sociedad buscando una Navidad cada vez más vacía; intentando localizar lo que no aparece por más que adelanten campañas y encendidos al mes de noviembre; y procurando dejar de lado el lado religioso, sin el que nada de esto tiene sentido. Y es por medio de las cofradías donde se encuentra la llama de la verdad, que mantienen encendida gestos como el de esta niña del Rebaño de María que decidió sumarse a la campaña, que envolvió la prenda como si de un regalo más se tratase y que la dejó a los pies del Nacimiento “para una señora, para que tenga el cuello calentito”. O como esos hermanos de Humildad o del Perdón que cocinan, cargan con viandas y electrodomésticos y disponen y sirven la mesa con la mejor de sus voluntades para que la Navidad llegue también a los que no tienen techo ni mesa en la que poner un plato. O esos jóvenes que aguardan su mañana libre de sábado en la puerta del supermercado para recoger todo lo que puedan y llevarlo a la cáritas de su parroquia.

“Feliz Navidad”, dice la firma de ese regalo anónimo llevado a la Pastora. Y auténtica, pese a todo lo que la rodea hoy, gracias a detalles que regalan las cofradías.

La Semana Santa 2022 alza el telón

El anuncio realizado por el Consejo de Hermandades causa escalofrío. Estamos más que acostumbrados a que nada más bajarse Baltasar de la carroza se convoca el acto de presentación del cartel anunciador de la Semana Santa; pero de repente, en medio del escenario actual, ante la incertidumbre de a qué punto nos llevará ahora la pandemia, después de que la sexta ola parece que vaya a empezar a irse sin grandes heridas en una población exhausta, la convocatoria del Consejo para el próximo sábado provoca un cosquilleo que esconde la deseada certeza de que este año sí va a ser, que en esta ocasión el cartel que se descubre en enero anunciará la Semana Santa que veremos en abril en las calles.

Efectivamente, después de dos años adormecidos y programando todo casi a última hora, 2022 se inicia con la quinta velocidad puesta camino del Domingo de Ramos. Que ya son menos de 100 días los que restan, y bajando. El sábado próximo tenemos cartel, muy esperado por el autor de renombre que el Consejo ha encontrado para este año, Antoine Cas, avalado por las obras de temática cofrade que le preceden y por el amor a su tierra.

El descubrimiento de la pintura de Casamitjana en la iglesia de Santiago dará paso al triduo del Ecce-Homo, y al reparto de túnicas que la hermandad del Caído ya ha convocado para el último fin de semana de enero. Y a los ensayos de las cuadrillas, y a los últimos retoques de los repertorios de las bandas. Ya no hay vuelta atrás; no, al menos, hasta que las autoridades sanitarias (o los obispos) digan lo contrario.

Respire estos cinco días que restan, tome las fuerzas que pueda y téngalo bien claro, porque una vez que al mediodía del sábado próximo suban Juan Carlos Jurado y Lola Cazalilla al altar mayor de Santiago, ya no habrá vuelta de hoja pues entraremos de lleno en la espiral que nos debe llevar, este año sí, a una Semana Santa de capirotes, pasos y bandas.

El calendario

Nada parecen estar trabajando las cofradías para que 2022 quede grabado en la memoria más allá de lo que ocurra (esperemos) entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección. La previsible salida de las procesiones viene acompañada de la firme decisión municipal de no celebrar el Carnaval en febrero; y eso es una ventaja de la que poco se ha hablado y menos aún se está trabajando. Las hermandades tienen una oportunidad histórica, y posiblemente única, de ampliar la Cuaresma más allá del Miércoles de Ceniza; de permitir que vivamos las vísperas con una intensidad irrepetible. En sus manos está hacer posible que ese espacio que el Carnaval nunca ha dejado ocupar por razones obvias se llené de incienso y cofradierismo este año.

Protocolo

Será interesante saber qué protocolo siguió el Ayuntamiento en la organización de la cabalgata. ¿Hubo pruebas de antígenos a los integrantes de las carrozas? ¿Se les exigió el certificado de vacunación antes de ocupar su sitio en el cortejo? ¿Se vigiló de algún modo que el público tuviera la mascarilla correctamente puesta? ¿Se disgregaron las posibles aglomeraciones? Y los días en que se entregaron las cartas, ¿cómo se organizó ese contacto de los niños con la cartera o su séquito? El Ayuntamiento ya ha dicho que la jornada del 5 de enero, que hubo que adaptarla al contexto actual de la pandemia, servirá de prueba para la Semana Santa. En el lado contrario, para las cofradías también puede servir de prueba para sus salidas saber qué protocolo Covid se siguió con los Reyes Magos.

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