Fuera de toda duda está el rumbo, casi vertiginoso, que la junta de gobierno de Las Penas imprimió a la hermandad tras la crisis que la dejó sin procesionar el Domingo de Ramos de 2014. Primero con José Emilio San Román y luego (y hasta la fecha) con Inmaculada Ruiz, la cofradía ha ido asumiendo y avanzando proyectos de calado al mismo tiempo que ha ido saneando unas cuentas que quedaron en un alarmante estado. Ahí está, sin ir más lejos, el paso de misterio cuyo dorado avanza; o el palio, próximo a culminar su bordado. De manera silente, paciente y progresiva, otro reto que ha ido y sigue afrontando esta cofradía es la recuperación al lugar que por historia merece la Virgen del Pilar, la titular de esa primitiva corporación a la que se fusionó la penitencial en 1977. Una recuperación documental casi milagrosa, unos cultos cada vez más cuidados, una restauración que ha devuelto la brillantez a la talla del siglo XVIII y ahora, una publicación que viene a poner en valor el peso histórico y devocional que tuvo el Pilar en Cádiz (ahí está, por ejemplo, la capilla en propiedad de la parroquia de San Lorenzo) en épocas anteriores. Cuando las miradas se limitaban a que la Virgen del Pilar saliera de nuevo a la calle, la hermandad tomó la decisión de trabajar primero en la recuperación histórica y devocional de esta importante advocación. Y ese trabajo, posiblemente, se pueda considerar hoy más que conseguido, como se vivió el viernes en la Fundación Cajasol con la presentación del libro sobre la historia del Pilar y del informe sobre la restauración de la imagen y como refrendará el martes la función solemne.

La Patrona

Las imágenes de la procesión de la Virgen del Rosario

El regreso de las procesiones a las calles de Cádiz ha sido la mejor noticia de la semana, con diferencia. El ambientazo alrededor de Santo Domingo, la emocionante llegada de la banda del Rosario (con su guiño incluido a sus orígenes como banda de la Humildad y Paciencia), el reencuentro cofrade en el claustro dominico son momentos históricos que hablan por sí solos de la alegría de la vuelta a la calle, de la victoria de las cofradías y de la sociedad en general a la pandemia (no sin dejar grandes tragedias por el camino).

Esto fue lo mejor de la procesión del 7 de octubre, que dejó otras cuestiones por resolver. De todas ellas, la peor con diferencia es el desastre de protocolo Covid que imperó, especialmente en el tramo final del recorrido. Ya avisamos de la temeridad municipal de meter la procesión por Sopranis, por la estrechez de la calle y por lo que conlleva en las procesiones del Rosario; y las imágenes que muestran una calle atestada de gente que caminaba delante del paso y por medio del cortejo ponen en peligro la continuidad del culto público. No era día ni momento para las bullas, ni la ocasión (con la Virgen del Rosario en parihuela, cosa que no impidió determinadas coreografías) se prestaba a esas escenas vividas desde San Juan de Dios a la recogida. Las fuerzas de seguridad que estuvieron muy presentes durante el recorrido o la organización de la procesión fallaron estrepitosamente. Y eso que era la primera prueba ‘pos-Covid’…

La Patrona (II)

Al margen de lo mejor y lo peor de la procesión, se hace necesario dar una vuelta a la representación de las hermandades en el cortejo. En la calle hubo dos procesiones; la que formaban las 36 hermandades con sus insignias corporativas, y la que se desarrollaba unos 200 metros por detrás de la última hermandad (Servitas), con los miembros de la cofradía del Rosario, la presidencia y la parihuela de la Patrona. Esta absurda disposición del cortejo completamente divivido en dos bloques hace pensar que quizás esa primera mitad, esas 36 cofradías del Consejo, empiecen ya a sobrar en la procesión del 7 de octubre. A buen seguro que esa reducción drástica del cortejo aliviará al público asistente, y también a los propios cofrades que cada año soportan estoicamente los eternos parones y los sucesivos cortes.

Humildad

Fotografía histórica del Cristo de la Humildad y Paciencia.

El jueves, 14 de octubre, se cumplen 125 años de la reactivación de la histórica corporación; y una efeméride así no quiere dejar en el olvido la hermandad, que ese mismo día va a presentar un programa de actos y un cartel y logotipo conmemorativos. El acto se celebrará en el Salón de Plenos y lo conducirá Manolo Bernal y el cartel es obra de Antonio Díaz Arnido, uno de los pintores vinculados a las hermandades más reconocidos en la actualidad. El logotipo, por su parte, es de Mary Hidalgo, hermana de la cofradía. Desde ese día se desarrollarán diversos actos y cultos para conmemorar estos 125 años ininterrumpidos de actividad en la Humildad, que recientemente celebraba sus 400 años de historia. Un capítulo central será la vuelta al culto del Cristo, una vez termine la restauración de Pilar Morillo y Álvaro Domínguez. Y ojo, porque se habla de una posible salida de esta imagen con una recuperación histórica que puede ser muy destacada. Palio incluido.

Pregoneros

Ya ha desvelado el Consejo el segundo gran enigma de cara a la Cuaresma. Ya tiene nombre el atril del Gran Teatro Falla, el de Toñi Martínez, que será la segunda gaditana en anunciar la Semana Santa. Ha fallado el Consejo, sin embargo, en la designación de los pregoneros de Glorias y de la Juventud al unísono junto a la de la Semana Santa. Primero porque para anunciar al pregonero de las Glorias bien podrían haber esperado a que finalice el actual período de Glorias, el ‘mandato’ del actual pregonero (Juan Mera); y segundo porque nombrar a los pregoneros al unísono resta protagonismos a unos y a otros. Dicho esto, la elección de los tres pregoneros parece, a priori, más que acertada. Suyas serán las palabras.

Música

La banda de música Virgen de la Estrella, de Puerto Real.

Una crisis en la banda puertorrealeña Virgen de la Estrella ha encendido las alarmas de dos cofradías de la ciudad. En Expiración resolvieron la crisis con una gestión exprés anunciando la no continuidad de la formación y en apenas tres días dando a conocer la banda sustituta (Nuestra Señora de la Amargura, que vendrá nada menos que desde Jaén). La otra cofradía es la de Ecce-Homo, que hace años apostó por esta formación. Habrá que ver la decisión final que adopta la hermandad del Martes Santo.

EL DETALLE. Nardos en Tierra Santa

Juan Laluz deposita los nardos del paso de la Patrona a los pies del altar de la gruta de la Anunciación, en Nazaret.

Dicho y hecho. Afirmó Juan Laluz durante su pregón a la Virgen del Rosario el miércoles que llevaría unos nardos “al altar ubicado en su casita de Nazaret”; y nada más recogerse la Patrona el jueves, Laluz partió a Tierra Santa, donde ayer quedaron depositados los nardos a los pies del altar de la gruta de la Anunciación (lugar en el que el ángel se apareció a la Virgen para anunciarle que daría luz a Jesús), en la Basílica del mismo nombre en Jerusalén. La Anunciación huele a nardos del Rosario, llevados expresamente por su pregonero, que deposita así en Tierra Santa las plegarias de toda la ciudad.