Finalmente, las peores previsiones se cumplieron y la hermandad del Lunes Santo, Los Afligidos, no pudo realizar su Estación de Penitencia por las calles de El Puerto de Santa María.

Ya en la mañana de este lunes, la capilla del antiguo Hospital de San Juan de Dios era un ir y venir de miembros de la cofradía, en los que se podía percibir cierto nerviosismo, debido a la incertidumbre sobre la climatología. A las siete de la tarde, la hora prevista para que se abrieran las puertas del templo, estas permanecían cerradas a cal y canto, ya que la junta de gobierno de la cofradía, presidida por el hermano mayor Alejandro Fernández Galván, decidió retrasar la salida una hora, hasta las ocho, al haberse registrado previamente algún chubasco.

La imagen de Nuestra Señora del Rosario, con la candelería encendida en la Capilla.

En ese momento, en la puerta de la iglesia del antiguo Hospital Municipal, en la avenida Micaela Aramburu de Mora, aguardaban numerosos fieles, muchos de ellos con los paraguas abiertos, ya que llovía discretamente. También la banda de música Gailín, de Puerto Serrano, y los costaleros, de distintas hermandades, estaban a la expectativa, “mirando al cielo, como todos”, según reconocían.

Sobre las siete y media de la tarde, los capataces dieron instrucciones a las cuadrillas para que entraran al templo, y se anunció que saldría la procesión. Entre los costaleros, había alguno, como Jorge Grosso Pezzi, que llevaba tres años esperando para cargar el paso de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, para cumplir una promesa de agradecimiento por la salud de un familiar, que tuvo que posponer durante dos años de pandemia y que se vio obligado a retrasar otro año más, ya que a la hora anunciada para la salida cayó un fuerte aguacero que obligó a la hermandad a suspender definitivamente la Estación de Penitencia, a la vez que el público se retiraba en desbandada, con los paraguas abiertos, azotados por rachas de viento del Sur.

En el interior de la capilla de Los Afligidos, cuando se supo que no habría salida procesional, cundieron los abrazos, la emoción y la tristeza por no poder tampoco este año sacar a la calle a sus titulares.

La lluvia hizo acto de presencia e impidió la salida procesional del Lunes Santo.

Pese a todo, los capataces, con la voz quebrada, dieron órdenes para realizar un par de levantás cortas en el interior de la iglesia, tanto para el paso de Misterio, donde el Señor de los Afligidos estrenaba nueva cruz de carey y plata; como para el paso de Palio, con la imagen de María Santísima del Rosario recientemente restaurada y toda la candelería encendida, con el acompañamiento de la capilla musical BelCanto.

Posteriormente, se realizó un viacrucis por la capilla, y estaba previsto permitir la entrada de los fieles hasta las once de la noche, para que pudieran rezar a las imágenes titulares de la cofradía, que cuentan con gran arraigo y devoción popular.

Pese a que la hermandad no pudo procesionar, el Cristo de Los Afligidos protagonizó el viacrucis de Cuaresma del Consejo Local de Hermandades y Cofradías el pasado 7 de marzo, después de dos años ausente de las calles de El Puerto.