A las cinco y media de la tarde se abrían por primera vez en esta especial Semana Santa las puertas de la Casa de Hermandad de La Borriquita en el colegio La Salle. Comenzaba el Domingo de Ramos que los Hermanos lasalianos llevaban tres años esperando. Un domingo de Sol, palmas y olivos, aunque con algo de viento que pasaba desapercibido porque las ganas de realizar estación de penitencia eran mayores que todo.

Tras la cruz de guía, decenas de niños y niñas, mucho de ellos alumnos del colegio La Salle Buen Consejo, desfilaban vestidos a la usanza hebrea, portando las palmas que durante la mañana habían sido bendecidas en la propia casa Hermandad, antes de que se celebrase la eucaristía en la Prioral. Este año como novedad se incluía en el cortejo una sección de luz entre los penitentes de las secciones del Cristo.

El himno de España que interpretó la Agrupación Musical Sagrada Resurrección (Sanlúcar), anunciaba que el paso de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén ya estaba en la calle. Todas las miradas se dirigieron al conjunto escultórico que ofrecía una de las principales novedades de este año. A las imágenes de Cristo a lomos de un asno, San Pedro y el hebreo, se sumaban dos nuevas figuras que daban una imagen totalmente distinta del misterio lasaliano. La Hermandad ha incorporado la imagen de Santiago Apóstol y de una mujer junto a su hijo – obra de Miguel Ángel Segura, que han sido cedidas por la Hermandad de la Borriquita de Jerez y vestidas con unos ropajes elaborados por una hermana de la cofradía.

Paso de misterio de la Borriquita

La cofradía mantuvo una de sus tradiciones, como es la de utilizar para el exorno floral los claveles rojos procedentes de las ofrendas realizadas por los alumnos del Colegio. Ha sido, una vez más, José Antonio Pantoja, Hermano Mayor de la Hermandad, y su grupo de colaboradores el responsable del exorno floral.

Con el impecable caminar de la cuadrilla de 48 costaleros, comandados por José Guerrero y Domingo Burgos, el cortejo procesional se adentraba en la barriada de San Eloy, camino de la Prioral de San Sebastián, mientras la Casa Hermandad preparaba la salida de la Estrella Lasaliana, que poco después ponía sus pies en la calle Teresa de Calcula.

La imagen que el tallista gaditano, Miguel Laínez Capote, realizó del año 1.963, restaurada completamente en 1988 por Francisco Berlanga, desfilaba este Domingo de Ramos por primera vez tras la restauración que ha realizado la artista Ana Rey.

Estrella con luz propia, vestida con dulzura por su vestidor y hermano de la Hermandad, Juan Manuel Díaz López, que se encarga de esta labor desde hace más de dos décadas. Y para realzar más la imagen, si cabe. Un exorno floral blanco, milimétricamente colocado por Manuel González Macías.

Todos sumaba para hacer grande el caminar de la cuadrilla de costaleros que portaban a la Virgen de la Estrella en su paso de palio, bajo las órdenes de Antonio Jesús Jaén y Luis Romero, siguiendo los compases de la Banda Municipal de Música ‘Ntra. Sra. Del Rosario’ (El Cuervo)

Un detalle que no pasó por alto era la candelería del paso de palio, que incluía una pieza de cera dedicada a los costaleros fallecidos, así como a una pequeña alumna del colegio La Salle.