El Jueves Santo en Puerto Real se escribe en mayúsculas. La única noche con cuatro pasos en la calle, se vivió con el esplendor que se repite cada madrugá y con el momento especial que este año se ha vivido tras dos semanas de pasión sin pasos en la calle.

Salida del Cristo Medinaceli de Puerto Real

Dos de las imágenes más devocionales de la Villa, Nazareno y Medinaceli, salieron a la calle desde sus respectivas sedes canónicas. El primero en hacerlo fue el Cristo de Medinaceli desde la Parroquia María Auxiliadora, que por segunda vez en esta Semana Santa abría sus puertas para la salida de una corporación cofrade. En silencio, solo con el acompañamiento del tambor que marcaba los pasos de los costaleros, la imagen de Jesús Cautivo Rescatado dejaba el templo para adentrarse en su barrio. Por tercera vez en su historia, el Medinaceli procesionó con la túnica blanca que estrenaron en 2014 y volvieron a usar en 2018. Blanca penitencia cada cuatro años, tal y como marcan los estatutos de la Hermandad.

También en silencio procesionaba el paso de la Virgen de la Trinidad, la única dolorosa de la Semana Santa de la Villa que sale sin palio y que es portada por la única cuadrilla de mujeres costaleras de la ciudad. Sebastián Vázquez y Manuel García fueron una vez más los capataces de la cuadrilla.

Virgen de la Trinidad de Puerto Real

En el paso de la Virgen destacaba la nueva corona de la Trinidad, una joya elaborada en Orfebrería Castilleja, que ha donado la propia cuadrilla de costaleras. También estrenó la Virgen una cruz pectoral y un rosario, donación de una familia de hermanos.

En su recorrido, la Hermandad, que en las últimas semanas ha emprendido distintas campañas de recogida de ayuda para los refugiados ucranianos, quiso tener también un mensaje de apoyo para estos con dos lazos con los colores de la bandera de Ucrania (amarillo y azul) en uno de los cirios de la candelería de la Virgen.

Cuando la Hermandad, que protagoniza el recorrido más largo de toda la Semana Santa de la Villa, llegaba al centro de la ciudad y procesionaba por los alrededores de la Iglesia de la Victoria, las puertas de la Prioral de San Sebastián se abrían por primera vez en esta Semana Santa, para recibir al Señor de la Villa.

Nazareno de Puerto Real en su primera salida tras nombrarse Regidor Perpetuo

Todas las salidas del Nazareno son especiales por los sentimientos que la imagen de Ramón Chaveli provoca entre los cofrades de la Villa, pero este año el sentimiento era especial ya que, por primera vez, salía a la calle como ‘Regidor Perpetuo de Puerto Real’. Aunque habrá que organizar actos y cultos para escenificar ese nombramiento, ya se ha aprobado en el pleno después de 25 años de peticiones de la Hermandad.

Aplausos y mucha emoción en el atrio de la Priorial, con el caminar del Nazareno siguiendo los compases de la Agrupación Musical María Santísima de la Cabeza. Un camino hasta el siempre difícil momento de la bajada de la rampa que salva la escalinata de la Iglesia Mayor. Respiración contenida en la maniobra que realizan los hermanos costaleros, bajo las órdenes de Domingo Vías y Félix Espinosa.

Virgen del Mayor Dolor en el atrio de San Sebastián

Cuando el Regidor Perpetuo ya caminaba por Teresa de Calcuta, para girar en Soledad y entrar en Carrera Oficial, la Banda de Música Gailín de Puerto Serrano interpretaba el himno de España anunciado que ya estaba en la calle la Virgen del Mayor Dolor. Impresionante, una vez más, la imagen de Castrillo Lastrucci en un perfecto palio con el que acompañaba al Cristo en otra madrugá puertorrealeña para la historia.