Diario Cofrade

El Nazareno del Amor también tiene que regresar a su templo debido al mal tiempo

La cruz de guía del Nazareno del Amor regresa a San Francisco.

Hay historias que se repiten en la Semana Santa de Cádiz. Lecciones que no se aprenden año tras año. Incluso, día tras día. Este Lunes Santo se está repitiendo prácticamente lo que sucedió en la jornada anterior, con la salvedad de que, de momento, no se ha tenido que refugiar ninguna cofradía en la Catedral. 

A pesar de las decisiones de las hermandades de La Palma y Prendimiento de no realizar estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral debido a las previsiones meteorológicas que señalaban alta probabilidad de chubascos hasta las 18 horas, la Junta de Gobierno del Nazareno del Amor tenía claro que quería intentar salir en este Lunes Santo. 

Con el cielo encapotado y partes que indicaban la posibilidad de lluvias débiles, el hermano mayor de la corporación de la iglesia de San Francisco, Manuel Mota, anunció a los hermanos antes de la finalización de la eucaristía que se le había solicitado al Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz un retraso de media hora para poder valorar los últimos partes y así tomar una decisión definitiva.

Fuera, la lluvia aparecía de forma débil e intermitente. En esos momentos, en la iglesia del Carmen también se reunía la Junta de Gobierno del Prendimiento con intenciones muy diferentes. Prácticamente al unísono se conocían las dos decisiones. Prendimiento se quedaba en casa y el Nazareno del Amor se arriesgaba a salir al considerar que las previsiones eran favorables, sobre todo cuanto más avanzara la tarde. 

Eran las 16.25 horas y en San Francisco ya comenzaban los preparativos para la inminente salida procesional. Todo parecía que iba a transcurrir con normalidad por la firmeza de la decisión de la Junta de Gobierno. 

De hecho, los aplausos atronaron en el exterior del templo franciscano cuando a las 16.45 horas se abrieron las puertas para iniciar la salida procesional. 

Con tranquilidad, ya que la premisa era ir a paso normal ya que ni La Palma ni Prendimiento iban a salir, los hermanos fueron saliendo al exterior del convento. Sin embargo, en torno a las 17 horas comenzó a lloviznar, lo que hizo que comenzaran las dudas y la procesión quedara paralizada antes de que la presidencia saliera de San Francisco.

La primera reacción fue esperar a ver cómo evolucionaba el chubasco con la esperanza de que solo fueran unas gotas. Sin embargo, la lluvia comenzó a apretar, por lo que las secciones de penitentes tuvieron que regresar al interior de San Francisco a las 17.15 horas. 

Con todo, al final se acabó repitiendo la misma escena que sucedió el Domingo Ramos con la Sagrada Cena, con una procesión que se tiene que dar la vuelta sin haber salido al completo de su templo. 

De fondo, aún permanece el recuerdo del nefasto Lunes Santo que se vivió en 2022. En aquella ocasión, La Palma, Prendimiento y Nazareno del Amor tuvieron que refugiarse en la Catedral ante el fortísimo aguacero que cayó, mientras que Vera-Cruz se tuvo que volver cuando apenas había salido la cruz de guía. 

De hecho, una de las noticias de aquella Semana Santa fue los problemas de las cofradías refugiadas con el Cabildo Catedralicio en cuanto al refugio y los traslados de regreso a sus templos. 

De eso solo han pasado dos años, aunque en aquel momento todas las decisiones estaban condicionadas por la pandemia, que nos dejó durante dos años sin Semana de Pasión. El patrimonio sufrió las inclemencias del tiempo. Una lección que debe ser tenida en cuenta a la hora de tomar decisiones. 

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