La hermandad de Desamparados prepara una revolución interna cuya última palabra la tendrá el Obispado de Cádiz, después de que los hermanos han aprobado una serie de cambios trascendentales en sus actuales reglas. El más llamativo es el cambio de fecha en la salida procesional de la Virgen, que quieren trasladar al mes de septiembre y no seguir celebrándola en mayo, como se vino haciendo hasta la pandemia.

En concreto, plantea la hermandad celebrar el 12 de septiembre una función en honor del Dulce Nombre de María. Y sacar la imagen a la calle en procesión "al siguiente sábado de dicha festividad". Un nuevo calendario que haría que este año 2023 la procesión de Desamparados sea el sábado 16 de septiembre.

Esta salida en septiembre ya se produjo el pasado año 2022, entonces motivada por el cambio de fecha del Carnaval al mes de mayo y a la coincidencia que la procesión habitual habría tenido con el carnaval callejero o con el concurso del Falla, cuestiones que quiso evitar la hermandad presidida por Inmaculada Rivas.

No obstante, en mayo también saldría la Virgen a la calle, ya que la hermandad proyecta un rosario peregrino en esa fecha. Sería el tercer sábado de mayo, cuando con motivo de este rosario público Desamparados visitaría diferentes centros sanitarios, hogares y residencias de ancianos de la feligresía de la Castrense. Para este año 2023, este rosario se celebraría el 20 de mayo.

En esta alteración de los cultos, la hermandad también incorpora la convocatoria anual de un rosario público en el tiempo de Adviento, el tercer domingo, denominado Domingo de Gaudete.

Serían, por tanto, tres las salidas de la Virgen a la calle cada año, si el Obispado da luz verde a esta reforma de los cultos aprobadas el sábado en cabildo por los hermanos.

Antigüedad de 1760

La reforma de las reglas que plantea la hermandad va mucho más allá del día de salida y de los nuevos cultos externos. Desamparados pretende que el Obispado le reconozca la antigüedad de la histórica corporación fundada en 1760 de la que la actual hermandad, aprobada por el obispo Ceballos en el año 2004, es legataria.

Por ello, planteará el cambio de título, que ya recoja el de la antigua corporación, y la fecha de fundación, que quiere establecer en esa segunda mitad del siglo XVIII. "Compañía Espiritual del Santo Rosario y Primitiva, Real y Muy Ilustre Archicofradía Sacramental de Nuestra Señora de los Desamparados y Santa Ángela de la Cruz" es, en concreto, el nuevo título que quiere tener esta corporación de la Castrense. Título que recoge además a Santa Ángela de la Cruz como titular, a la que se rendiría culto el 2 de marzo, aniversario del fallecimiento de la santa, cuando se celebrará función en su honor finalizando con la veneración de la reliquia de Santa Ángela de la Cruz.

El Obispado tendrá ahora la última palabra respecto a todas estas reformas de amplio calado que los hermanos de Desamparados han aprobado con el objetivo de "devolver el esplendor que tuvo esta Real Archicofradía".