Chiclana se entrega a su Martes Santo
Las hermandades de Afligidos y El Amor procesionan ante miles de chiclaneros
La cofradía de penitencia de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos y San Juan Bautista supo sacar jugo, tras un año de espera, al cielo azul que reinaba ayer en Chiclana. La hermandad iniciaba su camino a las siete de la tarde desde el lateral de la Iglesia de San Telmo, en la calle Nuestra Señora de los Remedios, donde la Cruz de Guía abría la ruta cofrade a 95 hermanos penitentes con sus túnicas negras y capirote azul, así como a unas 40 mujeres ataviadas con mantilla, quienes estrenaban este año los juegos de pértigas.
La calle rebosaba de ambiente en el momento en que la cofradía enfilaba hacia la calle La Plaza y discurría por la carrera oficial donde se encontraban las autoridades municipales y cofradieras.
Como novedad, la Banda de Cornetas y Tambores de Humildad y Paciencia de la ciudad abría calle al cortejo procesional, al igual que ya hiciera con la salida de la Borriquita.
El paso estrenaba el tallado del frontal de su canasto y era cargado por 45 costaleros dirigido por Alberto Enri, quien con sus indicaciones marcaba el recorrido con majestuosa solemnidad por las calles de Chiclana acompañado un año más de la Agrupación Musical Valme, de Dos Hermanas. Sobre todo, el desfile tuvo especial incidencia por su belleza en calles como Segismundo Moret, Obispo Rancés y la Plaza Mayor, donde dejó su sello en la retina de cientos de chiclaneros.
Pero antes de la salida de Afligidos ya iniciaba su itinerario cofradiero la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Amor en Sentencia. María Santísima del Dulce Nombre y San Antonio de Padua. Poco antes de las cinco de la tarde, hora en la que el calor apretaba en la calle, ya daba sus primeros pasos por la populosa barriada de Fuente Amarga, donde sus vecinos le daban la bienvenida en este tercer año como hermandad sacramental de penitencia.
Esta joven hermandad cada vez está adquiriendo mayor protagonismo en la ciudad tras más de una década como grupo parroquial. Su condición de hermandad parece aumentar el interés por ser partícipe de esta cofradía, ya que desde hace tres años ha ido creciendo su número de penitente, pasado desde los 60 en 2016 a los 100 actuales.
De esta manera, la sede canónica de la parroquia de San Antonio de Padua, en Fuente Amarga, vivió momentos únicos en este reencuentro con devotos y vecinos de la zona. El único paso de la Hermandad de Jesús del Amor, con la imagen de Cristo en el momento en el que es condenado por Pilatos, discurría por su barriada acompañado de la música de la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de las Lágrimas de Campillos (Málaga). Con una cuadrilla de 65 costaleros dirigida por su capataz Juan Carlos Jiménez, el paso enfilaba de manera sublime hacia las calles del centro, donde poco después coincidía con el cortejo procesional de Afligidos.
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