Defensa no ha conseguido por el momento dar salida al solar que tiene en La Casería donde el plan parcial que el Ayuntamiento aprobó en 2003 proyecta la construcción de una de las cuatro torres de 16 plantas de altura que se sumarían a los tres polémicos edificios que ya existen en la actualidad y que tanto han dado que hablar a lo largo de la última década a causa de su cuestionado impacto ambiental en el saco interior de la Bahía y a tan solo unos metros de distancia de la línea de costa.

La subasta de esta parcela promovida a través del Instituto de Vivienda, Infraestructuras y Equipamientos de la Defensa (Invied) ha quedado desierta al no presentarse en el plazo administrativo correspondiente ninguna oferta. Nadie, ni empresas ni inversores, se ha mostrado interesado en hacerse con este solar que se extiende junto a las primeras torres -en calle Ingeniero Vargas Machuca- y que abarca una superficie de 2.578 metros cuadrados. Defensa lanzará ahora una nueva tentativa para desprenderse de los terrenos a través de su venta directa por 1.292.671,24 euros, la cantidad más baja que el Invied estableció para la subasta (el montante inicialmente superaba 1,4 millones).

Lo ocurrido con el solar que Defensa tiene en La Casería, donde el plan especial de 2003 ubica una de estas torres con un número máximo de 58 viviendas con actividad comercial en la planta baja, no hace sino insistir en la complicada viabilidad de este desarrollo en la actualidad, tras la crisis y el hundimiento del mercado inmobiliario.

Es toda una paradoja ya que las torres -que hasta el pasado mes de octubre han mantenido a la Junta y al Ayuntamiento enfrentadas en un largo proceso judicial- se convirtieron en el cuestionado icono del desarrollo urbanístico de La Isla tras una expansión residencial que se dejó notar especialmente en Camposoto y en La Casería. El precio más bajo que se llegó a pedir por estos pisos de lujo y altas calidades, cuando ni siquiera había terminado su construcción, rondaba los 240.000 euros y subía hasta los 300.000 para un piso de tres dormitorios con garaje y trastero.

Pero afrontar hoy en día una promoción residencial de estas características se torna imposible. Y eso que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y el dictamen del Consejo Consultivo emitido en 2014 dejan la puerta abierta a la posibilidad de completar el desarrollo del plan parcial con la construcción de las cuatro torres que restan al validar la legalidad de la actuación promovida en su día.

Pero eso es la teoría. En la práctica, como es bien sabido, la situación es radicalmente distinta y construir torres de 16 plantas de altura y con 56 vivendas, trasteros y garajes es un proyecto sumamente complicado de llevar a cabo. El Ayuntamiento, no obstante, no se ha pronunciado todavía acerca de sus pretensiones con respecto a la posibilidad de continuar con la construcción de las polémicas torres o, por el contrario, modificar el plan parcial en busca de un desarrollo más ajustado a la realidad. No es tampoco una de sus prioridades habida cuenta del frenazo que ha experimentado la construcción en estos últimos años y de que las necesidades del municipio apuntan en otro sentido.

El Invied, por su parte, incluye este solar entre otras muchas de sus propiedades en el término municipal que está enajenando siguiendo un proceso de racionalización que le lleva a desprenderse de todo aquello que carece de interés para la defensa. La de La Casería, no obstante, es la parcela de mayor superficie que tiene entre manos, además de tratarse de un suelo urbano destinado a un uso completamente residencial.