Los funcionarios del Ayuntamiento isleño recibirán una prestación económica extraordinaria en concepto de productividad por el Covid-19, un "reconocimiento" a la implicación especial que determinadas áreas y servicios han exigido de los trabajadores municipales durante las semanas que ha durado el estado de alarma.

Hasta 125.000 euros tiene previsto repartir el gobierno municipal entre la plantilla en función de ese esfuerzo añadido que ha supuesto para muchos trabajadores municipales el coronavirus: agentes de la Policía Local, que han estado patrullando las calles durante el confinamiento en estrecha colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; personal de Informática, cuya implicación ha hecho posible el teletrabajo en el Ayuntamiento; de Servicios Sociales, que han tenido que tramitar numerosas ayudas urgentes en un corto periodo de tiempo; de Tesorería, cuyo trabajo ha sido clave para pagar facturas a proveedores y facilitar la liquidez de empresas...

"Hay personal municipal que ha tenido que adaptar sus horarios o trabajar fines de semana para asegurar esos pagos", advierte el concejal de Presidencia y Desarrollo Económico, Conrado Rodríguez.

El gobierno municipal, de hecho, ha insistido en varias ocasiones en su agradecimiento a la implicación de los trabajadores municipales en una situación insólita como la que ha deparado el estado de alarma, un esfuerzo –asegura– que es el que ha permitido dar una respuesta eficaz desde el Ayuntamiento isleño a las situaciones que se han dado durante el estado de alarma. 

El pago de esta prestación económica por productividad ya ha sido consensuado con los sindicatos representados en el Ayuntamiento y ahora toca su aprobación en el pleno, que el ejecutivo planea que se pueda formalizar en el mes de septiembre para proceder a su abono en la siguiente nómina.

Antes, explica Rodríguez, habrá que valorar dicha productividad, que no será una cantidad fija por empleado y dependerá del grado de exposición del trabajador y de ese esfuerzo extraordinario que haya requerido en el desempeño de sus funciones durante el estado de alarma, lo que depende también de la naturaleza del puesto que ocupa.

Para ello, jefes de servicio y responsables de área tendrán ahora que elaborar un informe individual de cada trabajador en el que se concretará el trabajo desarrollado por semanas en el periodo comprendido entre el 14 de marzo y el 24 de mayo, que es cuando regresa al trabajo presencial la plantilla. Será la base para concretar dicha productividad extraordinaria.