Un piso de Arenal queda calcinado tras un incendio

Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos sofocaron a primera hora de la tarde de ayer un incendio, localizado en el interior de un piso situado en la confluencia de las calles Arenal y Saturnino Montojo, que se saldó con importantes daños materiales en la vivienda.

El fuego, según fuentes del parque de bomberos, se originó en la cocina de la casa, ubicada en un edificio de siete plantas, y rápidamente se extendió al resto del piso. Las llamas afectaron a esta habitación en su totalidad. La cocina quedó totalmente calcinada. Además, el calor desprendido por el fuego produjo daños en el techo del pasillo y del salón y originó la caída del muro que separa la cocina de la habitación colindante.

El incendio también alcanzó a un pequeño cuarto lavadero situado junto a la cocina, donde se encontraban el calentador y dos bombonas de butano, que los bomberos sacaron al exterior para evitar cualquier riesgo de explosión.

El fuego se inició poco antes de la una y media de la tarde. Hasta el piso en llamas se desplazó una dotación compuesta por cinco bomberos y tres vehículos (una autobomba urbana pesada, una autobomba rural pesada y una autoescala). Cuando llegaron, los vecinos residentes en el bloque ya habían sido desalojados por efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Local.

En un primer momento, los bomberos intentaron acceder a la vivienda por una ventana del cuarto de baño pero el foco del fuego estaba bastante alejado de ese acceso, por lo que optaron por forzar la puerta de entrada a la casa. La cocina, lugar de origen del fuego, estaba completamente en llamas, por lo que, con seis mangueras de 25 milímetros, procedieron a controlar y extinguir el incendio. En la faena, emplearon hasta mil litros de agua.

Las altas temperaturas provocadas por el fuego hicieron además que el muro que separa la cocina de la habitación colindante se desprendiera, por lo que los bomberos tuvieron además que retirar los escombros que originó su caída. Las bovedillas del techo del pasillo y del salón también se vieron afectadas sin que ello llegara a dañar la estructura del edificio. Las tareas de extinción acabaron pasadas las cuatro de la tarde.