La parroquia de la Sagrada Familia afronta una profunda remodelación

La parroquia de la Sagrada Familia está a punto de abordar una importante remodelación de la iglesia de la barriada Bazán, unas obras que obligarán a sus tres hermandades a cobijarse en sedes provisionales durante el tiempo que duren los primeros trabajos.

Gran Poder se trasladará a la parroquia del Santo Cristo en la tarde de mañana. Le acompañará el Simpecado de la hermandad del Rocío, que también será acogido en este templo. Su traslado, inicialmente, estaba previsto para la noche del pasado sábado -a la conclusión de sus cultos mensuales- mas la lluvia frustró los planes. De ahí que, finalmente, se haya optado por compartir el recorrido con la hermandad de penitencia más antigua de la parroquia.

La más joven, sin embargo, la de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y María Santísima de las Angustias, partirá al día siguiente, el viernes, para cobijarse en la Iglesia Mayor Parroquial.

No será por mucho tiempo. El párroco de la Sagrada Familia, el sacerdote Alfonso Gutiérrez Estudillo, quiere que el templo vuelva a abrir sus puertas el Miércoles de Ceniza y que, a comienzos de la próxima Cuaresma, las hermandades se encuentren ya de vuelta para la celebrar sus cultos y actos penitenciales.

Las obras de remodelación del templo, no obstante, continuarán todavía unos meses, si bien no afectarán al culto. Para Pascua, a mediados de mayo, se prevé su terminación definitiva y la reapertura completa del templo tras la profunda remodelación a la que va a ser sometido en las próximas semanas. Los trabajos a desarrollar, según explicó el párroco, consistirán en primer lugar en la sustitución del suelo -se colocará una nueva solería de mármol- y en el resanado completo de las paredes. Se eliminarán también las cancelas existentes y se derribará el coro del templo para proceder a la sustitución de las dos puertas de la iglesia. La principal, además, ganará en altura, lo que permitirá la salida de las procesiones hacia la plaza de la Sagrada Familia en lugar de hacerlo por la puerta lateral, como hasta ahora se venía realizando. Este cambio -la puerta será donada por la hermandad de las Tres Caídas- se apreciará ya en Semana Santa. Las obras, igualmente, implicarán una reordenación de los altares de las distintas hermandades. La del Gran Poder, al ser sacramental, pasará a la capilla del Sagrario.