La ministra de Defensa preside en San Fernando el arriado que conmemora los 240 años de la bandera nacional
Secciones de la Armada, Tierra y Aire participan en este solemne acto llevado a cabo en el Tercio de la Armada que brinda todo un alarde de la mejor tradición castrense
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San Fernando/La ministra de Defensa, Margarita Robles, presidió en la noche de este miércoles el solemne arriado de la bandera que se llevó a cabo en las dependencias de la Brigada de Infantería de Marina-Tercio de la Armada (TEAR), en San Fernando, para conmemorar el 240 aniversario de enseña nacional.
El acto, enmarcado dentro de las actividades de la VI Jornada Histórica de la Armada, fue todo un alarde de las tradiciones castrenses, una ceremoniosa puesta en escena en la que participaron efectivos de los tres Ejércitos -Armada, Tierra y Aire- con el propósito de rendir honores y ensalzar la roja y gualda y, por supuesto, a todo aquello que representa para España y para sus Fuerzas Armadas. El público invitado siguió emocionado toda la secuencia del acto que se llevó a cabo al ocaso, como manda la tradición.

Para esta ocasión excepcional, dos compañías de honores formaron en el histórico patio de armas Lope de Figueroa del Quartel de Batallones de Marina. La primera de ellas estuvo integrada por infantes de marina del TEAR y en ella se también integró una sección ataviada con los uniformes de época del siglo XIX. La segunda estuvo formada por secciones del Regimiento de Artillería de Costa número 4 (RACTA-4) del Ejército de Tierra; del acuartelamiento del Ejército del Aire en Tablada; y de la Marina, que participó con personal de las unidades de la Base Naval de La Carraca y de la Estación Naval de Puntales.
A ellas se sumó la unidad de música del Tercio Sur y una batería de artillería de campaña integrada por cuatro obuses de 105/13 pertenecientes al TEAR, que dispararon una salva de honor en uno de los momentos más solemnes del arriado de la bandera.

Por otro lado, el piquete de honor que se encargó de arriar la enseña nacional estuvo integrado por siete infantes de marina del batallón de honores de la Guardia Real.
Toda la fuerza participante se desplegó con parsimonia en el patio de armas ante la atenta mirada de la ministra de Defensa y de las autoridades militares que presidieron el acto para, a la hora indicada, proceder a la retirada de la bandera izada en el mástil que presidía el recinto. El tradicional canto de la Oración, seguido del desfile, puso el punto final a una ceremonia muy especial en la que la protagonista fue la bandera de España.
Se recordaba así el Real Decreto de 28 de mayo de 1785, que estableció como distintiva de la Marina de Guerra la bandera roja y amarilla con el escudo real, que posteriormente pasaría a ser la enseña nacional.
La ministra estuvo acompañada por el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante general Antonio Piñeiro Sánchez.
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