Luz verde a la reparación de las patologías de la piscina de La Magdalena en San Fernando: dos meses de plazo y casi 50.000 euros
Los trabajos se acometen a la luz del informe conocido a principios de año, que descartaba daños graves aunque apuntaba a una intervención menor en los pilares
La piscina de La Magdalena no presenta patologías graves: solo requiere de una obra menor valorada en 27.000 euros
Las obras para la reparación de las patologías estructurales de la piscina de La Magdalena tendrán dos meses de plazo y un presupuesto de 48.392,5 euros. El Ayuntamiento de San Fernando ha adjudicado recientemente los trabajos a la mercantil Tomás Martín SL para llevar a cabo la actuación "aprovechando el periodo de verano en el que las instalaciones municipales permanecen cerradas".
Las obras se realizan conforme al informe realizado previamente por una empresa especializada, que realizó un diagnóstico del edificio a raíz de la aparición de importantes grietas que desataron la preocupación de usuarios y trabajadores. Dicho informe, cabe recordar, descartó la existencia de patologías graves que requirieran de medidas extremas, como podría ser el cierre de la piscina.
La situación -sostenía- no supone una amenaza para la integridad del inmueble ni afectan a la continuidad de la actividad que a diario se desarrolla en este equipamiento deportivo, que tiene ya 29 años. De hecho, la piscina de La Magdalena, según los datos de ocupación de 2024, cerró el pasado año batiendo su propio récord con un total de 92.997 usuarios.
Las conclusiones de este estudio previo a las obras, a pesar de lo llamativas que resultan las grietas que presenta el edificio, descartaban así que la integridad de la piscina se viera cuestionada. De hecho, tras las pertinentes catas y análisis, hablaba de daños bajos o moderados que son fácilmente subsanables con una obra menor, que es precisamente lo que el Ayujntamiento de San Fernando se dispone a acometer ahora.
"El edificio en sí no padece patologías relacionadas con la geología del terreno, se observa una buena cimentación profunda ejecutada mediante pilotes prefabricados de hormigón, los elementos de encepados y vigas riostras de hormigón armado también se encuentran en buen estado", se aseguraba en el informe elaborado por la empresa especializada que se encargó de realizar un diagnóstico de las patologías del edificio ante la aparición de numerosas grietas.
El informe, de hecho, señalaba el estado "aceptable" de las armaduras de hormigón y los parámetros de resistencia de los pilares se enmarcan en los criterios habituales que se aplicaban en la construcción en la época en la que se hizo la piscina.
Los principales daños observados que se indicaban en el estudio eran, sin embargo, "el estallamiento del hormigón por la oxidación de las barras en la zona baja de los pilares", que se detecta "en la mayoría de los casos sin aparente pérdida de sección de las armaduras". En todo caso, se concluía, el nivel de daño detectado es "bajo-moderado" y se relaciona normalmente con la humedad. Indicaba igualmente que su reparación se acomete "con relativa facilidad".
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