Un intenso Jueves Santo vivido barrio a barrio en San Fernando
Esta vez la lluvia sí dio tregua y Tres Caídas, Perdón, Misericordia y Expiración realizaron sus estaciones de penitencia con normalidad y durante unos itinerarios cuyas calles lucieron abarrotadas en todo momento
Las imágenes de la Hermandad de las Tres Caídas de la Semana Santa de San Fernando 2025
Las imágenes del Perdón de la Semana Santa de San Fernando 2025
Las imágenes de la Hermandad de la Misericordia de la Semana Santa de San Fernando 2025
Las imágenes de Expiración-El Silencio de la Semana Santa de San Fernando 2025

San Fernando/Hay muchos que mantienen que, proporcionalmente, en La Isla hay más cofrades por metro cuadrado que en Sevilla. Y echando un vistazo al Jueves Santo puede ser que al tópico no le falte cierta razón. Ayer la ciudad puso en la calle a cuatro hermandades (Tres Caídas, Perdón, Misericordia y Expiración), y todo ello con la mirada puesta en la Madrugá del Nazareno, que por la mañana volvió a recibir el bastón de mando que le acredita como Regidor Perpetuo de San Fernando. Por fin el cielo volvió a dar tregua tras unas jornadas agridulces en las que la lluvia sólo dejó disfrutar a ratos de la Semana Santa.
La primera en salir fue la hermandad bazanera de Tres Caídas. La cruz de guía de la benjamina de la Semana Santa isleña cruzaba la puerta de la parroquia de la Sagrada Familia a las tres de la tarde. Por delante quedaban casi nueve horas de recorrido, el más largo de San Fernando.
Tres Caídas presumía ayer además de importantes estrenos. El más llamativo de todos, sin duda, fue la incorporación de dos nuevas figuras secundarias al conjunto escultórico que sobre el paso ha ido creando el imaginero isleño Jesús Vidal.
Las nuevas imágenes representan a Simón de Cirene, que ayuda a Jesucristo a llevar la cruz, y a su hijo. Ambas tallas se suman a las ya existentes en el único paso de la hermandad, del que ya formaban parte desde un primer momento el Santísimo Cristo de las Tres Caídas y la Santa Mujer Verónica y al que en 2023 se incorporaron San Dimas -el buen ladrón- y un centurión romano.
Aún así, el paso no estará completo hasta que se le añada la figura de Gestas, el otro ladrón que fue crucificado junto a Jesucristo. Los planes de la hermandad pasan por estrenarlo en la Semana Santa de 2026.
La hermandad bazanera volvió a brillar en su salida y en lugares donde el sol y el calor hicieron acto de presencia, como el puente del Gran Poder o a su paso por el barrio de la Pastora.
Un año más, el fuerte vínculo que une a esta cofradía con la Venta de Vargas también regaló momentos únicos a los oídos del Jueves Santo isleño y de todos aquellos que lo disfrutaron a pie de calle. Y es que el balcón de la Venta volvió, ya bien entrada la noche, a ser lugar de reunión para artistas flamencos que dieron lo mejor de sus voces para dedicarles sentidas saetas al Santísimo Cristo de las Tres Caídas.
Y de la Bazán a la Casería de Ossio. A las cuatro menos cuarto iniciaba su estación de penitencia la hermandad del Perdón. Como siempre la ilusión con la que cofradía salió a la calle fue la de todo un barrio: el de la Casería.
Y es que los vecinos de esta zona de San Fernando sienten al Santísimo Cristo del Perdón, que tallase Antonio Bey Olvera, como lo que es: algo suyo. De hecho, aunque son muchos los que disfrutan del paso de la hermandad por distintos rincones de la ciudad, los momentos más especiales son los que se viven en este barrio.
Si bien todos disfrutaron de cada momento de esta estación de penitencia, y más cuando atrás quedaban días de lluvia e incertidumbre, fue inevitable que a hermanos y fieles pensaran ya en la Semana Santa de 2026.
Ya que, si todo va bien, para entonces la Virgen de la Paz, obra de González Ventura, contará con su propio paso de palio, que le permitirá procesionar cada Jueves Santo. De hecho, en la reciente muestra Dei Craft pudieron verse ya algunas de las piezas de orfebrería de este trabajo.
Y de la Casería a la Pastora. A las seis y cuarto de la tarde salía la cruz de guía de la hermandad de Misericordia de la parroquia dela Divina Pastora.
Al tratarse de otra hermandad de barrio los momentos más esperados y únicos se vivieron tanto a la salida como a la recogida, ya fuese en las calles de la barriada como en la plaza de la Pastora. En estos lugares lucieron especialmente bellos tanto el Cristo, una imagen de origen desconocido que restaurara en su día Alfonso Berraquero, como María Santísima de la Piedad, que tallase Luis Álvarez Duarte.
Misericordia destacó también por un estreno muy especial: Ia insignia de la Hermana Cristina, con el lema Orar, callar, sufrir. Este elemento, donado por un grupo de hermanos y devotos de la religiosa y por el grupo joven, ha sido bordada por Ignacio Burgal Jiménez-Mena y cuenta con orfebrería de Olmo Quirós. Una insignia que viene a recordar el vínculo de la hermandad con el convento de la Santísima Trinidad y esta carmelita descalza, cuya causa para su canonización ha experimentado recientes avances.
El Jueves Santo isleño concluía con la estación de penitencia de la hermandad de la Expiración, más conocida por todos como el Silencio. Una cofradía que salía de la iglesia castrense de San Francisco a las nueve y media de la noche, y que no se recogerá hasta las dos y media de la madrugada, ya con el Nazareno de la Madrugá isleña en la calle.
Como siempre, por bandera de la Expiración el recogimiento, el voto de silencio y el duelo ante la muerte del Señor en la cruz. A su paso, muchos escaparates y hogares apagaban sus luces para sumarse a ese luto, dejando al cortejo iluminado por sus cirios. En el paso de misterio una imagen de José Tomás de Cirartegui ,que fue restaurada por Pedro Manzano, y en el paso de palio María Santísima de la Esperanza, una obra anónima del Siglo XVII.
Y sin tomarse siquiera un respiro para asimilar un Jueves Santo grandioso por los cuatro costados, La Isla afrontaba una nueva Madrugá, pero esa es otra historia...
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