las obras del tranvía Problemas de alcantarillado en la calle Real

"¡Aquí huele mal!"

  • La persistencia de malos olores en la calle Real a raíz de un problema de alcantarillado desata las quejas de indignados comerciantes, hosteleros y vecinos

En la calle Real huele mal. Apesta. Hay malos olores procedentes del alcantarillado que se han intensificado con la llegada del verano, el fuerte calor, el levante... Los hedores no son continuos, pero resultan a veces realmente insoportables. Y la situación, que ha empeorado en las últimas semanas, ha desatado las protestas de comerciantes, hosteleros y vecinos en general.

Todos ellos han denunciado estos malos olores que afectan a los tramos más céntricos de la controvertida calle Real, espacio social de convivencia cotidiana y arteria principal para comercios y negocios hosteleros. Bares de tapas, cafeterías y terrazas sufren estoicamente una situación que, cómo no, afecta de lleno a la clientela. Creen que algo falla en el nuevo alcantarillado de la calle, que algo tiene necesariamente que ir mal para que se den estos malos olores con tanta asiduidad.

Pero, ¿realmente hay un problema de alcantarillado? Pues sí. Ayer, de hecho, lo confirmó el propio Ayuntamiento a este periódico. Los malos olores, probablemente, se deben a la falta de sifones o a su mala colocación durante las obras del tranvía en la calle Real. Era la explicación que daba el delegado municipal de Vías y Obras, Pascual Junquera (PP), que afirmaba también que desde el Ayuntamiento se había puesto en conocimiento de la situación a la Consejería de Obras Públicas, promotora de la actuación y responsable de los trabajos en marcha, a la que había instado a que arreglara el problema. De momento, no ha habido respuesta. Y, lógicamente, el problema de los olores ha empeorado con el fuerte calor del verano, que ha hecho que se noten más.

Desde el Ayuntamiento, Junquera recuerda que la calle Real se trata todavía de una zona en obras, aún no recepcionada, y con numerosos problemas que todavía esperan una solución. Entre ellos, el de los olores y los fallos sifónicos de las redes de alcantarillado. Es más, el edil popular aseguró que el Ayuntamiento no piensa recepcionar los trabajos del tranvía mientras que no se solucionen todos estos fallos. También, claro está, el de los malos olores, porque de hacerlo tendría el Consistorio además que asumir un coste (el que se precisa para poner remedio a esta situación) que considera que no le corresponde ya que se trata de un problema de la obra del tranvía que promueve la Junta de Andalucía.

Lo cierto es que ya antes de las elecciones municipales desde la desaparecida Gerencia Municipal de Urbanismo se puso en conocimiento de la Junta este problema que se ha ido intensificando a medida que avanzaban el verano. Este periódico ha podido saber que desde la obra se afirmó entonces que se trataba de un problema de ventilación que afectaba a las redes de aguas pluviales y fecales, que se comunicaban por el aire (aunque no llegaban a mezclarse), lo que podría estar en el origen de los malos olores. La obra, de hecho, tiene prevista la construcción de una nueva cámara de alcantarillado, aún pendiente. Se trataba, se dijo entonces, de una situación que se explicaba por la provisionalidad de la obra en marcha pero que se solucionaría a la terminación de los trabajos. Urbanismo requirió un estudio.

Pero el problema desata cada vez más protestas. "He ido al Ayuntamiento a quejarme y de allí me han mandado a la empresa del agua. Han venido, han mirado el problema y, como dicen que no hay agua atascada, a ellos no les corresponde hacer nada. Dicen incluso que el problema que existe es que se les ha olvidado en las obras colocar el sifón", afirmaba ayer a este periódico Eva María Rojo, dueña del café bar Antigua Parada.

"La solución es que lo arreglen todo, que al igual que están levantando la calle a cada momento para combatir el agua que se atasca y las losas que se rompen, que hagan lo mismo con las tuberías. Toda la vida no podemos estar soportando este mal olor", se queja la propietaria de este negocio, que además resalta la presencia de insectos que salen de las alcantarillas. "Si dicen que el problema es del sifón, yo misma soy capaz de poner el sifón, lo que es inadmisible es el olor que estamos sufriendo", concluye Eva María Rojo.

En los mismos términos se expresó Yago Guerrero, empleado en un negocio hostelero de la calle Real. "Es inadmisible", decía.

Hosteleros, comerciantes y vecinos han puesto su mirada en el Ayuntamiento, al que reclaman una solución para este nuevo problema que acompaña a las polémicas obras del tranvía enl a calle Real.

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