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solidaridad

"Hay que concienciar: son personas, no mobiliario urbano"

  • Es la otra cara del verano: la de la solidaridad

  • Calor en la Noche mantiene sus salidas para hacer más confortable la vida a las personas sin hogar

Hace 15 años que nació en Cádiz la asociación Calor en la Noche, una entidad pensaba para ayudar a las personas sin hogar y facilitarles lo necesario para pasar la noche al raso, pero sobre todo para darles calor humano. Hoy la asociación ya se ha extendido y en San Fernando se afianza como uno de los colectivos más necesarios. "En San Fernando nació porque una pareja que ya colaboraba en Cádiz empezó a hacerlo aquí por su cuenta y poco a poco hemos ido creciendo". Así lo explica Mari Carmen Molinero, encargada de uno de los grupos y una de las personas más implicadas con el proyecto en La Isla.

"Desde el primer momento en que nació la asociación tuvimos una gran cantidad de voluntarios", cuenta. Divididos en ocho grupos para repartir funciones la asociación realiza su labor los martes y los jueves y cada voluntario acude una vez al mes, con el objetivo de que ningún día falten efectivos.

"El bocadillo sirve para romper la barrera, lo que quieren es que alguien se interese" Este verano han empezado a repartir también repelentes contra los mosquitos

La asociación tiene su sede en el Colegio La Salle-El Carmen de la calle San Cristobal. Allí, el centro les ha dejado un espacio para que puedan realizar sus labores. Las instalaciones cuentan con una sala de reuniones y un almacén, donde cada martes y jueves se reúnen para realizar los preparativos necesarios. "Es de agradecer la colaboración que ha tenido el colegio desde el primer momento", recuerda Molinero.

El objetivo de la asociación es el de surtir a las personas 'sin hogar' de recursos para que puedan pasar la noche. Uno de ellos -sobre todo en invierno- es el caldo, que lo suelen preparar personas que no acuden a las salidas. "Pedimos a algunas personas que nos hagan el caldo y nosotros lo recogemos todo con nuestros termos. Por ejemplo una de estas personas es mi abuelas", cuenta la encargada.

Es una de las formas de colaborar con la asociación, pero hay más. Aparte de poder presentarse como voluntarios quien lo desee puede colaborar de diferentes maneras. Una de ellas son las donaciones, que consiste en una cantidad libre que se puede pagar con los plazos escogidos; mensual, trimestral o anual. Sin embargo Molinero, que da charlas en los colegios explicando la labor de la asociación, cuenta también que "una de las formas que hay para colaborar, sobre todo para quienes por edad no pueden hacerlo, es avisando cuando ven a una persona sin hogar en la calle y facilitándonos que nos dirijamos a ellos".

Durante el mes de agosto las salidas se reducen debido a que la mayoría de los voluntarios no tienen la misma disponibilidad. A pesar de ello, suelen repartir las mismas cosas. "Algunos voluntarios dicen que no llevemos mantas pero hay que comprender que por la noche, al raso, puede hacer frío, aunque sea verano", relata Molinero.

Una de las novedades que han decidido repartir este verano ha sido el antimosquitos, una idea de la propia Molinero. "Si cuando salimos un rato nos pican los mosquitos, imagina cuando pasas todo el día y la noche en la calle".

Respecto a las personas a las que atienden Molinero recuerda que suelen ser siempre las mismas, aunque en verano la cosa cambia. Hay muchas de estas personas que son itinerantes, vienen de paso. "Pasan una semana y ya se marchan".

Otra de las labores que realiza la asociación es la de acompañarlos si por problemas de salud quedan ingresados en el hospital y lo requieren. Y es que una de las premisas de esta entidad -y es algo que durante el tiempo que Molinero lleva en la asociación ha comprendido perfectamente- es que lo más importante es el calor humano. "El bocadillo y el caldo son simplemente una manera de romper la barrera, lo que necesitan realmente es alguien que se interese por ellos y que se preocupe".

Una experiencia que ha cambiado la vida de la encargada y la manera en la que ve las cosas. "Hay mucho camino que hacer, sobre todo concienciando a la sociedad de que la gente que vive en la calle son personas y no mobiliario urbano", cuenta Molinero. Respecto a lo que cada persona puede hacer dentro de su propio círculo la encargada de la asociación explica que "es muy fácil, el simple hecho de dar los buenos días cuando los encuentres puede ayudarles".

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