Comienzan las obras para asegurar la integridad del interior de La Mallorquina de San Fernando
Los trabajos incluyen la sustitución del cerramiento acristalado por una citara de ladrillo y del forjado desplomado
La Mallorquina de San Fernando deberá derribar su cristalera y tapiar su acceso
Este lunes han dado comienzo las obras en el interior de La Mallorquina para reparar los daños ocasionados por el desplome parcial del techo del interior de la finca, ocurrido el pasado 19 de noviembre, y asegurar la integridad de este inmueble. De esta manera, a primera hora de la mañana entraban en el local trabajadores de la empresa isleña JMR, que se encargará de esta actuación, para comenzar las tareas de desescombro. A simple vista, aquellos que paseaban frente a este establecimiento ya podían advertir cierto movimiento en el interior, una puerta abierta dejaba ver algunos operarios faenando, algún que otro andamio e incluso alguna luz del antiguo salón de la cafetería encendida. Hay que recordar que el techo que se vino abajo corresponde a la antigua zona de despacho de confitería, afortunadamente no había nadie dentro, ya que el negocio cerró definitivamente a principios de agosto.
Con estas obras los propietarios de la finca darán cumplimiento a las actuaciones que les fueron notificadas el pasado 24 de noviembre en un decreto por parte de la Delegación General del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, del Servicio de Licencias y Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de San Fernando.
Dicho decreto obliga a los propietarios, en primer lugar, a asumir la limpieza de la finca de los escombros producidos por el desplome del forjado para evitar que siga empujando el cerramiento del local. Este documento también les obliga a demoler y sustituir el forjado desplomado ubicado en la primera crujía en planta baja.
La propiedad además tiene que asumir la demolición del cerramiento acristalado existente en la fachada y su sustitución por una citara de ladrillo perforado, que será pintada en color blanco, con el fin de mantener las condiciones de ornato de la finca. Para facilitar el acceso al local a este nuevo cerramiento se le incorporará una puerta de acceso, también pintada en blanco. Los propietarios además deberán aportar un certificado técnico sobre la seguridad y estabilidad del resto de forjados de la finca.
El coste aproximado de estos trabajos es de 17.000 euros y cuentan con un plazo de ejecución inicial de diez días, aunque ambos podrían variar conforme según avancen las tareas y se conozca el alcance real de los daños.
Las obras conllevarán, por lo tanto, la desaparición de uno de los elemento más característicos de La Mallorquina: su cerramiento acristalado. De momento, el perímetro de la finca continúa acordonado por razones de seguridad.
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