El cartel que desde la noche del pasado viernes se encarga de anunciar una nueva Semana Santa en la ciudad de San Fernando no es desde luego una obra que vaya a pasar desapercibida: la técnica del collage y sus múltiples detalles -materiales, texturas, volúmenes y, por supuesto, su gran tamaño- hacen de la obra que David Pardal Lorite ha regalado a las cofradías isleñas una pieza realmente singular, si bien muchos de estos matices pasan desapercibidos en la reproducción original en el formato habitual de la proclama. 

El propio autor se encargó de explicar con todo detalle la forma y el fondo de la obra durante el acto que se celebró en el centro de congresos y en el que el Consejo de Hermandades, como es habitual, aprovechó también para hacer entrega de las pastas del Pregón de la Semana Santa a Charo Pérez. 

El cartel de la Semana Santa de San Fernando de 2024 -ha explicado Pardal, licenciado en Bellas Artes y profesor del Bachillerato de Artes- es una composición de formato vertical cuyas medidas son 175 x 110 centímetros.

"La técnica empleada es el collage, en el que se han usado distintos materiales", continúa. Así, sobre un soporte de madera, tapizado con un tejido de algodón y seda, se encuentra un lienzo de lino de 120 x 80 centímetros en el que se ha pintado la imagen de una dolorosa usando distintas técnicas secas y húmedas: acrílico, óleo, rotulador, lápices de colores y que incluye piezas de estaño repujado.

En la composición -explica- también se encuentran 21 corazones de aluminio policromados con acrílico y esmalte, sujetos con hilos de cola de ratón recubiertos de cuerda de esparto.

La tipografía está realizada con polímero termoplástico y se ha policromado con acrílico con carga de carbonato cálcico.

"A nivel compositivo, la orientación es vertical, cuyo significado siempre se ha ligado a lo espiritual, lo eterno, lo que nos lleva de la :erra al cielo. El cartel ha sido pensado teniendo presente los fundamentos del diseño, lo que es un cartel, un soporte físico publicitario, cuyo deber es anunciar y transmitir un mensaje", explica David Pardal. 

"Ante el mundo constante de imágenes que nos rodean, por las redes sociales, los mass media, etc..., se ha tenido en cuenta la concepción de cartel del pintor y cartelista Josep Renau: el cartel es un grito en la pared. Es decir, tener presente que tiene que llamar la atención y de ahí toda la disposición de los elementos compositivos, sin perder nunca el sentido estético y la función propia de la obra, realizando una unión entre el lenguaje artístico contemporáneo del diseño y el lenguaje barroco de nuestra Semana Santa".

En el centro de la composición -continúa- se encuentra la pintura de Nuestra Señora de los Dolores de la Orden Seglar de los Siervos de María, los Servitas, "o más conocida por el nombre que tuvo durante un breve tiempo de la historia que fue Mater Amabilis, pero sin duda algo muy nuestro".

"Como punto de atención donde nos dirigen todas las líneas de fuerza, que pasan por el rostro de la dolorosa y sus manos entrelazadas, encontramos el Inmaculado Corazón de María con los siete puñales. Alusión a lo que celebramos en nuestra fiesta mayor: la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo", detalla. 

"Los siete puñales representan los siete dolores de la Virgen María que hacen referencia tanto en los momentos de la más tierna infancia, como de la vida adulta a los padecimientos de Cristo: la profecía de Simeón, la huida a Egipto, Jesús perdido tres días en Jerusalén; el encuentro en la vía dolorosa cargando con la cruz, la crucifixión y muerte de Jesús, el momento en el que lo recibe muerto en sus brazos y el entierro de Cristo".

La idea de representar en el centro de la composición el corazón de María se relaciona con "la imagen de la Iglesia que ama, que evangeliza, papel que ocupan todas las hermandades y cofradías de nuestra ciudad en su estación de penitencia".

"Pero no sólo está la pasión y muerte, sino la resurrección; pasión, muerte y resurrección, en ese fondo que hace referencia a la Pascua florida, la Pascua de la resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte", expresa el autor de la obra. 

Sobre la imagen central y a cada lado, se aprecian unas cuerdas con 21 corazones, exvotos, "que hacen presente a las restantes hermandades de penitencia de nuestra ciudad".

"Esos corazones que son los de todos los cofrades de San Fernando. Los exvotos siempre han sido signo de gratitud, de fe, de agradecimiento y es lo que representan dentro de la obra, todas las oraciones, lágrimas, agradecimientos, promesas, silencios, alegrías, de aquellos que saldrán, sí, saldrán a realizar su estación de penitencia en 2024", concluye David Pardal detallar el sentido de su obra.