Cae parte del techo del interior de La Mallorquina en San Fernando

Parte del techo del interior del local de La Mallorquina, en San Fernando, se ha venido abajo de repente este miércoles. El popular negocio cerró sus puertas definitivamente a principios del pasado mes de agosto y, afortunadamente, no había nadie en su interior en el momento de este desprendimiento. Según han explicado técnicos municipales a parte de la copropiedad del inmueble, el colapso de este techo se origina en el mal estado de parte del forjado de la primera crujía de la finca, que se corresponde con la antigua zona de despacho de dulces de la confitería.

Recientemente, se realizó una inspección técnica visual de los forjados y la familia propietaria del inmueble estaba valorando diversas actuaciones de mejora, llegando a recibir incluso presupuesto por parte de un contratista. El Ayuntamiento ha emplazado al jueves a un encuentro para abordar esta situación a la copropiedad, que ha mostrado su buena disposición a acatar los requerimientos que el Consistorio estime oportunos.

El suceso ha contado con la intervención de bomberos del parque de San Fernando y de agentes de la Policía Local. Varios técnicos municipales de Urbanismo también se desplazaron al lugar para comprobar el estado de la edificación y confirmar que no había riesgo inminente de nuevos derrumbes.

Según detallan desde el propio Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz, junto a los técnicos competentes de Urbanismo, se ha comprobado que además de los ladrillos desprendidos también se habían caído cuatro vigas, el relleno del techo y el suelo de la planta superior, dejándola al descubierto, aunque desocupada. La finca ha quedado clausurada y acordonada, por razones de seguridad, hasta que no sean reparados los daños.

Como era de esperar, el suceso causó gran interés y curiosidad entre los isleños y muchos de los que pasaban por el entorno de la calle Real y de la plaza de la Iglesia no pudieron evitar pararse para intentar ver que había pasado en el interior de La Mallorquina, acercándose todo lo que le permitía el vallado perimetral que se dispuso frente a la fachada del establecimiento por razones de seguridad.

Hay que recordar que poco después del cierre definitivo de este negocio, se acometieron diversas actuaciones de mejora en la fachada para dar cumplimiento a las exigencias en materias de ornato que contempla el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (Peprich), plan que afecta a la finca de La Mallorquina.

La mayor parte de la copropiedad ha expresado su preferencia por que, una vez cerrado el negocio familiar, se alquile el establecimiento para que continúe teniendo uso hostelero. Como es lógico el próximo inquilino deberá asimir una importante reforma.