Con alma africana y corazón isleño

Son nuestros vecinos que llegaron de Senegal. Hoy, azuzados por el paro, han creado una asociación

Che Sarr y Djibril Güeye, presidente y secretario de la asociación.
Che Sarr y Djibril Güeye, presidente y secretario de la asociación.
Arturo Rivera San Fernando

29 de abril 2013 - 01:00

Che Sarr llegó a La Isla en 1978. Lleva más de 30 años viviendo en San Fernando. Está casado con una isleña. Tiene hijos y nietos que se han criado en la ciudad, han estudiado en sus colegios. "Soy tan isleño como cualquier otro", apunta cargado de argumentos.

Siempre se dedicó a la venta ambulante. De hecho, Che Sarr era bastante conocido por el puestecillo que durante años tuvo en la plaza del Rey, en pleno centro de San Fernando. El puesto, sin embargo, fue retirado cuando empezaron las obras del tren-tranvía. Luego no volvió a dársele permiso para vender.

Hoy, dice, intenta como puede ganarse la vida, pero resulta cada vez más difícil. Sobre todo, porque las consecuencias de la crisis han golpeado duramente a la comunidad senegalesa que reside en San Fernando. Son pocos, pero muy asentados. La mayoría lleva años en San Fernando. Y su situación les ha llevado a poner en marcha una asociación: Cañaíllas Senegaleses, un nombe que no pasa desapercibido y que resume en tan solo dos palabras todo lo que intentan transmitir a a la sociedad isleña.

El colectivo acaba de constituirse. Che Sarr es su secretario. Y Djibril Güeye -Gabriel- su presidente. Quieren reunirse con el alcalde, aunque de momento sólo han conseguido una cita con la delegada de Servicios Sociales, María José Moreno Subirana, con la que se reunirán la próxima semana para presentarle su asociación y solicitar la colaboración del Ayuntamiento.

Los objetivos de la asociación son bastante amplios: trabajar la integración de la comunidad, fomentar las relaciones interculturales y, sobre todo, abrir un frente común para luchar por sus derechos y mejorar sus condiciones.

Su principal problema, advierten, es la falta de trabajo. "Representamos a catorce familias senegaleses. Todos trabajábamos antes. Hoy todos estamos en paro", explica Djibril, un mecánico naval que ha estado durante años empleado en la industria auxiliar de astilleros y que se ha visto afectado por la falta de carga de trabajo que sufren las factorías gaditanas.

La situación de desempleo generalizada es la que les ha llevado a crear la asociación Cañaíllas Senegaleses para buscar soluciones. "Sólo queremos que nos dejen trabajar", apuntan Djibril y Che. Casi todos ellos, de hecho, se dedican a la venta ambulante, pero hoy -aseguran- cuentan con muchas trabas para dedicarse al negocio. Ellos -insisten- saben buscarse la vida. Antes lo hacían sin problemas, pero necesitan que la administración les allane el camino y ahí es donde entra en juego el Ayuntamiento isleño.

"Estamos dispuestos a pagar", advierten al referirse a las tasas y permisos necesarios que necesitan para el negocio. De hecho, su propósito es trabajar conjuntamente con el Consistorio para regularizar su situación de forma que no haya problemas a la hora de trabajar.

"Pero se trata de pagar unas cantidades razonables, que nos permitan también ganar dinero para poder vivir", explica el secretario del colectivo. "No trabajar sólo para pagar tasas y licencias", apuntan. Un sitio específico para las ventas, unos días habilitados... es lo que demandan al Ayuntamiento, lo que quieren plantearle en las reuniones que han solicitado. "Somos emigrantes pero hemos trabajado como autónomos", recuerdan. Sólo quieren regularizar su situación y salir del bache en el que -como muchas otras familias isleñas- se encuentran inmersos a raíz de la profunda crisis económica. "Los que queremos es mejorar las condiciones de vida de la comunidad senegalesa", explica.

"Nos da vergüenza salir corriendo cada vez que viene la Policía", afirman. Y recuerdan que los controles de venta ambulante son a veces excesivos. "En Navidades hubo compañeros de localidades vecinas a los que no se les dejaba bajarse del tren en la estación, en un país en el que hay libre circulación de personas", advierten.

La situación actual -a consecuencia de la crisis económica- es la que lleva a esta reciente asociación a plantearse este objetivo prioritario, aunque el colectivo aspira a más, tiene en mente otros proyectos. Incluso planean llevar a cabo una presentación a la ciudadanía para mostrarles la realidad del país africano a modo de intercambio cultural. "Los españoles, en general, tienen una imagen bastante distorsionada de Senegal", advierten.

stats