Que un almirante asuma las riendas de la Academia de San Romualdo no debería extrañar. Como La Isla, esta institución con solera ha tenido siempre una estrecha relación con la Armada a la que han dado forma a lo largo de su historia varios nombres propios: Eduardo Gener, Alberto Orte, Emilio Jiménez Villarejo, Jose María Cano Trigo... La formación, el conocimiento, la pasión por la cultura formaban parte de su forma de ser, de entender la vida y la ciudad que habitaban. Casi como si el espíritu de los viejos marinos ilustrados siguiera presente en La Isla. A ese listado se ha sumado ahora el que fuera almirante de La Carraca, José Enrique de Benito Dorronzoro, que el pasado miércoles asumió la presidencia de la Academia dejando atrás ni más ni menos que doce años de José Carlos Fernández Moreno al frente de la directiva.

-Acaba de concluir la celebración del 250 aniversario de la villa y de la constitución del primer ayuntamiento, en el que la Academia se ha volcado. Dijo en su toma de posesión que esta institución se encuentra en uno de los mejores momentos de su historia.

-Efectivamente, la actividad de la Academia en 2016 ha sido muy intensa y ha supuesto un esfuerzo enorme. Se hizo un extenso programa de actos con mucho tiempo de antelación. Y creo que el gran éxito ha sido que se haya cumplido en su totalidad además, evidentemente, del respaldo que han tenido las distintas actividades, que ha sido notorio. El poder de convocatoria que ha tenido la programación ha sido muy bueno, tanto -como sabe- que las conferencias que hacemos hace tiempo que han tenido que pasarse a la sala grande del Centro de Congresos porque en la pequeña veíamos que no se cabía, que había gente que se quedaba fuera.

-Aunque ya anteriormente formaba parte de la directiva, con el relevo en la presidencia se afronta una nueva etapa en la Academia.

-El objetivo es seguir trabajando como hasta ahora, continuar esa labor que la Academia ha venido realizando con éxito. La junta directiva, como sabe, sigue en gran medida formada por el mismo equipo. Asumir la presidencia es una gran responsabilidad pero le aseguro que no nos van a faltar ganas, entusiasmo e ilusión.

Quizá no lo parezca, pero en la Academia todos los días hay trabajo que hacer. Nos reunimos todas las semanas pero, además, detrás de un acto -que suele haber uno cada semana también- hay mucho teléfono, mucha gestión...

-La Academia, con su programa, con sus conferencias, se ha mantenido como referente cultural en San Fernando.

-Creo que la clave es que está integrada por gente con mucha experiencia y que trabaja muy bien en las tres ramas: ciencias, letras y artes. Por eso vamos a seguir trabajando en la misma línea. El nuevo curso académico -debido a que el 250 aniversario se ha prolongado hasta diciembre- será un tanto especial, ya que empezará ahora a principios de año para concluir en junio. Comenzará el martes con una conferencia -a las 19.30 horas en el Centro de Congresos- que servirá también para clausurar el año cervantino y que estará a cargo de Francisco López Muñoz, director de la Escuela Internacional de Doctorado y profesor de Farmacología.

-En 2017 se celebra también otro aniversario en el que la Academia está trabajando.

-Efectivamente, se cumplen 300 años del inicio de las obras para la construcción del Arsenal de La Carraca. Y contaremos con varias conferencias sobre la construcción naval. Estará presente en la actividad de la Academia esta otra efemérides. Es, en definitiva, el origen de San Fernando, que empieza su expansión con la llegada de la Marina.

-El otro día, durante el acto de su toma de posesión, se reflexionó mucho sobre el papel que hoy día tienen las academias, sobre su vigencia.

-Es un debate abierto, una cuestión que siempre surge en los encuentros del Instituto de Academias de España y Andalucía. Hoy, que estamos en la sociedad de la información, que cualquiera tiene la información que quiera con solo acceder a internet, es una pregunta inevitable. Esa disponibilidad de información, ese fácil acceso, es buenísimo, por supuesto. Pero qué uso se le da a esa información, cómo se utiliza... Eso es otra historia. Por eso -yo al menos lo veo así- las Academias deben estar basadas en el conocimiento y en la experiencia. Es lo que procuramos cuando invitamos a alguien a dar una conferencia sobre el tema que sea. Nos preocupamos de que tenga esa experiencia, ese conocimiento, que haya trabajado e investigado el tema en cuestión para que pueda exponerlo con rigor. Y las academias, luego, tienen que estar volcadas con la sociedad, tienen que servirle. Ese es el verdadero trabajo. Por ejemplo, con el 250 aniversario se han puesto en marcha grupos de investigación que han permitido descubrir información inédita...

-Precisamente, esa vertiente investigadora es uno de los nuevos campos que la Academia quiere abarcar ahora.

-Y vamos a continuarla. El vicepresidente, Juan Torrejón Chaves, ha hecho una labor magnífica. Ha sido un trabajo callado que se ha llevado a cabo durante todo el año y que ha conseguido implicar a bastantes personas en la investigación bibliográfica y de planimetría.

-Hace poco que se ha firmado también un convenio con el Ayuntamiento...

-La colaboración del Ayuntamiento siempre ha sido extraordinaria y el convenio lo refrenda. No solo se trata de ayudar a las actividades de la Academia, sino también de cuestiones como las instalaciones que utilizamos para nuestras actividades, que son municipales, o incluso la implicación del personal que trabaja en el Centro de Congresos, que siempre está pendiente de todos los detalles, de que todo esté a punto...