"Algunas personas decían que tenían prisas y no contestaban a la encuesta". "Muy pocos usaban el pipicán para sus mascotas". "Dicen que no están limpios, y que los animales cogen infecciones en las patas". Son algunas de las respuestas que un grupo de alumnos del colegio San Ignacio daban a la alcaldesa, Patricia Cavada, que les preguntaba por las entrevistas que estos chicos han realizado dentro del programa Ecoescuela y más concretamente de su proyecto Safari de cacas. La comitiva recibida en el despacho de Alcaldía existente en el Museo Histórico Municipal estaba formada por un grupo de estudiantes, algunos de sus padres y miembros del equipo directivo del centro educativo, concretamente su jefe de estudios y su director, José Luis Romero.

El colegio San Ignacio lleva unos años implicado en el programa Ecoescuela, y sus iniciativas le valieron el año pasado hacerse con la bandera verde, "para cuya obtención fue importante el esfuerzo de los profesores, de los niños y de las familias", defendía Romero. Con estas actividades que realizan, de hecho, quieren mostrar su compromiso con la ciudad, que les lleva a hacer una gestión responsable del agua y de los residuos y les impulsa a mejorar su entorno. En esa cuestión se enmarca el Safari de casas, que este curso ha llegado a su tercera edición: "Fue algo que propuso el alumnado, y se apostó por la concienciación por el cuidado del entorno, con la implicación de la fundación Affinity".

El trabajo ha sido arduo porque les ha llevado a desarrollar encuestas, "no con familiares y personas conocidas, sino con desconocidos por la calle", y al tratamiento informático de los datos, manejando además estadísticas. Se preguntaba a los ciudadanos por sus mascotas, por el uso del pipicán o por sus costumbres cívicas como la recogida de excrementos de la vía, así como por su conocimiento de la Línea Verde municipal. "Los datos se publicarán en la web del centro y en la revista digital Tejuelo, que elabora el propio colegio", añadió el director de San Ignacio.

Ayer, a la recepción de la regidora isleña, en la que también estuvieron presentes el concejal de Fiestas, Jaime Armario, y la concejala de Civismo y Cooperación (donde también se enmarca Bienestar Animal), Mar Suárez, acudieron una representación de esos alumnos que se han implicado en las actividades sostenibles planeadas desde el colegio. "Son chicos que llevan tres años participando", apuntó José Luis Romero. A todos ellos felicitó Cavada por su implicación y por fomentar acciones cívicas que redundan en beneficio de la ciudad. "Hay que felicitarlos por el trabajo realizado, por fomentar la concienciación del comportamiento de las personas con sus mascotas", comentó.

En su charla con los pequeños la alcaldesa les preguntó qué les parecía que las mascotas pudieran acudir a la playa en verano. Se trata de una petición que las asociaciones de protección de los animales y de otras que trabajan con ellos han trasmitido en distintos encuentros a la dirigente socialista (entre ellos en campaña electoral). "Pero siempre debe ser con cuidado para no ensuciar la playa", dejó claro Cavada, que también se interesó por las mascotas que tenían algunos de los pequeños presentes en el encuentro. "Yo tengo suficiente con mi tortuga", aseguraba uno, lo que provocó algunas risas. "Mi canario se ha muerto", afirmaba otro chico, hermano de otro que dejaba claro que quería un perro.