El rezo del vía crucis, aunque muy distinto a lo habitual en la Cuaresma isleña, ha vuelto a marcar a las hermandades el camino que lleva hasta una nueva Semana Santa, aunque esta nuevamente llegue huérfana de procesiones en la calle.

El acto penitencial organizado por el Consejo de Hermandades y Cofradías se ha llevado a cabo esta tarde en la Iglesia Mayor Parroquial y, por primera vez, no ha estado presidido por la imagen titular de una cofradía sino por la reliquia del Lignum Crucis que venera la hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz. 

Colocada en el presbiterio ha presidido el rezo de las catorce estaciones del vía crucis ante los representantes de las hermandades y del Consejo, así como del Ayuntamiento isleño. El arcipreste de la ciudad, Gonzalo Núñez del Castillo, ha conducido el acto penitencial ante una aforo reducido, que en la práctica se ha limitado a los representantes de las hermandades isleñas. Ha sido un acto íntimo y especialmente recogido. 

Rezo del vía crucis en el interior de la Iglesia Mayor Parroquial.