Los servicios de Vigilancia y Salvamento de la playa de Camposoto han sido protagonistas de un nuevo simulacro para poner a prueba los recursos humanos y materiales disponibles en la costa isleña. Esta iniciativa se incluye en la valoración y control que se realiza en la playa isleña cada año por el ICTE, el Instituto para la Calidad Turística de España, que se encargado de certificar, administrar y velar por el correcto uso de la marca Q de Calidad, con el que cuenta Camposoto desde hace unos años.

La distinción que se revalida verano tras verano incluye una auditoría de la que este ejercicio forma parte. En concreto, se recrea una situación de ahogamiento con parada cardio respiratoria de la víctima. Eso hace que tengan que entrar en funcionamiento las embarcaciones –una zodiac e incluso una moto acuática para tirar de una camilla preparada para el traslado por agua– y el personal socorrista con chalecos salvavidas y flotador de vigilantes.

Este año, ante las restricciones por la pandemia de coronavirus y las medidas de seguridad impuestas por las autoridades sanitarias, la operación se realiza con todas las medidas de protección y sin que haya contacto directo con la víctima como la reanimación boca a boca. El personal sanitaria atiende, por ejemplo, protegido con mascarillas y pantallas, además de guantes, y se sirve de los recursos disponibles para la reanimación. Una vez se estabiliza a la víctima, es trasladada en ambulancia hasta el centro hospitalario.