Dos cartas han sido premiadas finalmente en el concurso de la residencia de mayores de Cruz Roja Querido abuelo, querida abuela. Julia y María Soriano, nietas de Manuela Vila; e Israel Tocino, nieto de Dolores Paradas Jiménez, han sido los galardonados por sus escritos, "dos cartas muy diferentes, de chicos de diferentes edades", comentaba el gerente, Antonio Montero, tras darse a conocer el fallo del jurado -del que él formaba parte- y hacerse al lectura de ambos textos, que derrochaban sentimiento y emocionaron a los presentes.

Israel quería recordar su historia con su abuela, para ayudar a que ella la recuerde, "quizás ni recuerdes que soy tu nieto", expresaba su carta que leía un familiar, al no haber podido acudir al acto. "Los abuelos deberían ser eternos", señalaba haciendo saltar las lágrimas de algunos de los asistentes.

También sacó una sonrisa la poesía que Julia y María habían dedicado a su abuela, Dolores, que al escuchar su nombre advertía de que "esa soy yo", para reconocer que sus nietas eran muy lindas. Ellas, por su parte, habían escrito cosas muy bonitas de su abuela: "como un dulce, demasiado dulce", "como un ordenador, con mucha información".

El jurado, detallaba la directora de servicios del centro, Bárbara Basallote, "hemos premiado" el estilo diferente de ambas obras, también el hecho de la diferencia de edad para animar en futuras ediciones a que otros nietos participen. En total se han presentado al concurso 18 cartas: todas se leerán a los abuelos y estarán expuestas en el tablón de anuncios de la residencia. "Las he leído en privado. Se me iban saltando las lágrimas", comentaba Víctor Alba, jefe de servicio de Valoración de Dependencias de la Junta, que ha formado parte del jurado; también la concejala del Mayor, Carmen Toledo.