Con el centro como gran escenario urbano y el concierto del grupo No me pises que llevo chanclas como gancho perfecto para atraer al público, la quinta Noche Blanca de La Isla volvió en la velada del pasado viernes a cumplir su objetivo: que nadie se quedara en casa, que la gente saliera a la calle y disfrutara de las distintas actividades programadas desde el área municipal de Cultura con la colaboración de la Asociación de Comerciantes de San Fernando (Acosafe). La Noche Blanca es sencillamente eso. Y por eso, desde que tomó forma allá en el verano del Bicentenario de Las Cortes, ha encajado a la perfección con las costumbres veraniegas isleñas. Pasear por las calles Real, Rosario y San Rafael es casi de obligado cumplimiento a últimas horas de la tarde del ocioso agosto. Y que la noche se llene de actividades -puertas abiertas en el Museo, copla, flamenquito, pases de moda...- no hace sino potenciar este hábito inscrito en el ADN cañaílla.

La respuesta de público -el éxito de la velada- está en buena medida garantizado, como pudo verse otra vez el pasado viernes durante las horas en las que el centro ofreció un concurrido, animado, alegre y desenfadado ambiente que alcanzó su cenit con el concierto de Los Chanclas, una cita que además hizo recordar con nostalgia a la generación que hoy ronda los 40 las noches de otros tiempos pasados que fueron mejores, las de aquella movida isleña. El concierto fue todo un éxito. Llenó la plaza de la Iglesia.

Aunque la Noche Blanca podría aspirar a más y reforzar sus actividades culturales e infantiles e implicar en mayor medida al comercio -y eso que este año hubo más establecimientos con sus puertas abiertas, incluso algunos con ofertas a pie de calle- la iniciativa ha ido aprendiendo verano tras verano de sus errores (por ejemplo, ha abandonado por fin el poco concurrido escenario del Zaporito) y ha consolidado sus aciertos para ganarse el apoyo de los isleños, el público que a fin de cuentas sustenta la velada con su aplauso.

La iniciativa de la Noche Blanca, además, ha servido de acicate para otras actividades similares que intentan aprovechar el tirón del centro como escenario, como la Saturnalia navideña o la didáctica Noche de Las Cortes que la próxima semana celebrará su segunda edición.

Animar la noche y entretener es el objetivo. Este viernes volvió a cumplirse en una velada en la que no hizo falta ir de etiqueta: solo llevar 'chanclas' para disfrutar.