'Madre Teresa de Calcuta' apela a la solidaridad isleña
navidad 2017
La entidad, que tiene un ropero y entrega alimentos a las familias necesitadas, abre hasta el 19 de diciembre su mercadillo benéfico
"Enganchamos a todos, familias y amigos". Toda ayuda es poca para que la asociación Madre Teresa de Calculta pueda llevar a cabo el mercadillo solidario, que en esta ocasión ha abierto hasta el 19 de diciembre en la antigua sede de la peña Colorín Colorao, en la calle San Rafael, 46. Los fondos recaudados permitirán a la entidad continuar con su labor solidaria de ayuda a las familias necesitadas. Zapatos, ropa de hombre, mujer y bebés, bisutería, elementos de decoración o manualidades componen parte del género puesto a la venta.
Aurora Moreno, Isabel Ceballos y Manuela Marín se dividen entre la puerta, el pasillo exterior donde tienen colocados algunos de los productos que venden y la sala interior, donde tienen colgados y expuestos la mayoría de los elementos que están a la venta. Les acompañan algunas voluntarias que atienden a quienes entran y preguntan por precios, tallas o alguna cosa concreta. "Hemos hecho un cuadrante para que siempre haya gente, unas cinco personas por la mañana y cuatro por la tarde", detalla Marín, que habla de la familia y de los amigos. También de ellos tiran, y de los conocidos, para desarrollar los talleres de manualidades, costura o cocina que organizan como condición para ayudar a las personas que se acercan a la entidad. "Funcionamos con el sistema de trueque. Si ellos saben hacer algo, costura, croché u otra cosa nos enseñan. O bien participan en los talleres que preparamos. La idea es que se impliquen. A cambio les damos la comida", explica la presidenta de Madre Teresa de Calcuta. En su caso productos perecederos, ingredientes para hacer algunos guisos -pollo, huevo, ternera, verduras, hortalizas, frutas-, que no aportan otro tipo de ayudas, que se centran en productos perecederos, como el grano, las legumbres, galletas o leche.
En el tiempo que llevan en activo, desde abril, han tenido un "éxito total", en palabras de Isabel Ceballos. Empezaron sin que mucha gente les conociera y cada vez más gente les apoya: de cinco socios han pasado a unos 60. A eso se suman las personas que acuden para donar cosas para su ropero, que está abierto -en la calle Benito Pérez Galdós, 24- los lunes por la mañana y los miércoles por la tarde. "Lo que recibimos lo tenemos que comprobar, para seleccionar qué nos quedamos, que necesita que lo lavemos, qué damos a Madre Coraje u otras asociaciones", añade Manuela. Los talleres los hacen otros dos días en semana.
Para comprar los alimentos, los materiales para los talleres -inicialmente tuvieron una subvención de La Caixa que les posibilitó adquirir lo necesario para esas actividades-, pagar el alquiler del local donde tienen su sede, la luz y el agua, la entidad pone en marcha este tipo de iniciativas. Antes, ya lo hicieron en el local de la antigua lencería Ramírez, y ahora lo realizan en el antiguo local no alquilado de la peña Colorín Colorao. "Buscamos establecimientos vacíos, céntricos, donde haya movimiento de gente y le pedimos al dueño que nos lo ceda", comenta Aurora Moreno, sobre su forma de proceder en este asunto. No todo el mundo atiende su petición, para empezar por que son una asociación poco conocida. En caso afirmativo piden permiso al Ayuntamiento y sacan el seguro de responsabilidad civil, necesario incluso para este tipo de propuestas benéficas. Abierto desde ayer -de 10.00 a 13.30 y de 18.00 a 20.30 horas- los interesados podrán incluso comprar algunas de las manualidades de sus talleres.
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