El parque comercial previsto en Janer comienza a ser una realidad. Esta semana ha abierto sus puertas el restaurante de comida rápida de la popular cadena McDonald’s que desde 2013, al igual que Mercadona, tiene adjudicada una parcela en este desarrollo urbanístico que la ciudad espera desde finales de la década de los 90.

Y en el recinto hace semanas que reina la actividad. Concluidas desde hace meses las obras de urbanización, máquinas y operarios han empezado ya a construir sobre el terreno para preparar la llegada de las marcas que operaran en este parque comercial que se ubica junto a uno de los accesos de San Fernando, el de La Ardila.

De ahí la importancia que tiene la apertura del McDonald’s, no por la marca en sí ni por el tipo de negocio del que se trata sino porque se trata de la primera actividad comercial que se registra en el Janer después de mucho, mucho tiempo de espera. Porque para llegar a esto han tenido que pasar exactamente 24 años, los mismos que hace desde que la antigua escuela de artillería y dirección de tiro de la Armada, que durante décadas había ocupado este suelo, echara el cierre ante su polémico traslado ordenando por el Ministerio de Defensa.

Los últimos alumnos de aquellas desaparecidas instalaciones militares se despidieron en julio de 1999 y, durante los meses siguientes, el acuartelamiento empezó a desmantelarse. Lo cierto es que desde ese mismo momento se empezó a hablar de recuperar los suelos para la ciudad y del papel que luego ejercería Zona Franca.

En el convenio que el Ayuntamiento isleño suscribiría con el Ministerio de Defensa pocos años después –el célebre protocolo de intenciones de 2002, del que se acaban de cumplir 21 años– incluiría también los terrenos de Janer entre otros suelos a desafectar y a ceder a la ciudad para su desarrollo.

El camino que siguió, sin embargo, no fue nada fácil. No solo fue necesario abordar la desafectación de los terrenos por parte de Defensa, sino también esperar a la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para dar luz verde a su desarrollo y tramitar la compra de los terrenos por parte de Zona Franca, que a su vez con posterioridad tuvo que venderlos dada su incapacidad económica para llevar a cabo ese proyecto del que tanto se había hablado.

Y en el caminó se afrontó también una complicada intervención arqueológica que dio con una importante necrópolis... No obstante, además de todas esas dificultades, Janer pasó también por largos periodos de letargo, años en los que no se avanzó absolutamente nada y que demoraron la llegada de la actividad económica.

En 2019, la multinacional holandesa Ten Brinke adquirió los terrenos en la segunda tentativa de venta que Zona Franca llevaba a cabo. Y en 2021 se puso la primera piedra del futuro parque comercial, con la que se desarrollo que por tanto tiempo se había esperado en La Isla empezaba al fin a materializarse. Ahora, 24 años después, ha abierto el primer local comercial.