Humildad y constancia para triunfar
El joven isleño Javier Ángel Fernández ha logrado la medalla de plata en el Campeonato de Andalucía Absoluto con apenas 19 años "Ya es un referente en el club", declara su entrenador
No lleva aletas ni respira gracias a las branquias. Es humano, de carne y hueso. Tiene pies y, además, están en el suelo a pesar de que su dueño vive un verdadero sueño. Javier Ángel Fernández (San Fernando, 1997) consiguió el pasado 26 de junio la medalla de plata en el Campeonato Absoluto de Andalucía en la modalidad de 200 metros espalda con un tiempo de 2:12:78.
El artífice de ese logro es un chico normal, tranquilo y sosegado de 19 años de edad. No dedica todo su tiempo al deporte que le ha dado tantas alegrías. Al revés. Acaba de finalizar su primer año del Grado de Matemáticas en la Universidad de Cádiz y es consciente de que esa carrera es la que de verdad le puede dar de comer en un futuro. De hecho, reconoce que solo va a entrenar "las tardes que no tiene que estudiar", si bien es cierto -reconoce- que pocos días falta a su cita con la piscina.
Esa es una de las cualidades que destaca de su entrenador, Pachi Arce. "Javier es un chico muy constante, muy serio en todo lo que hace. Cuando entrena, entrena de verdad", apunta, al tiempo que señala que la perseverancia en un nadador como él es clave para conseguir los objetivos marcados al inicio de cada temporada.
Arce fue el encargado de darle a Javier ese plus necesario para ser competitivo en campeonatos a nivel regional y nacional. Así lo afirma el subcampeón de Andalucía en 200 metros espalda: "Estoy en natación desde que, con solo tres años, a mi madre le dio por apuntarme", indica con un tono burlesco. Nadie podía imaginar que aquel chico, tres lustros más tarde, se iba a codear con nadadores de élite que incluso estos días compiten en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "Yo creo que no destacaba, pero Falele, director técnico del Club Natación San Fernando, me convenció para que ingresara en su equipo y con Pachi he logrado mejorar mis marcas", explica Javier.
Precisamente, Pachi fue la primera persona con la que el joven habló tras finalizar en segunda posición el campeonato andaluz. Arce no pudo asistir a la prueba, pero atendió emocionado la llamada de su pupilo, que derramaba lágrimas de alegría al otro lado del teléfono.
Javier llegó a Málaga con la sexta mejor marca en un campeonato donde, según él, "había nombres de mucho nivel". Sin embargo, pronto se dio cuenta de que el metal era posible, algo de lo que su entrenador ya estaba plenamente convencido: "Sé cómo es él y sabía que en competición se iba a superar y existía la posibilidad real de medalla". La consiguió en un momento que recordará para siempre tanto él como el Club Natación San Fernando. Allí ya es un referente, como señala Arce. Los niños que entran se fijan en él y se dan cuenta de que es posible estudiar y llegar lejos como nadador. Pachi lo tiene claro: solo pide "seguir disfrutando de la compañía de Javi mucho tiempo más". Y todo apunta a que así será...
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