Nunca fue la halterofilia un deporte de masas pero sí contó en La Isla con un pasado más que glorioso, con un club que fue toda una referencia y con una lista de campeones bien larga que unos cuantos se resisten a olvidar. Fue allá por los 60 y los 70, cuando Luis Gurria tenía el mítico club Vigor en La Escalerilla, en el que unos cuantos chavales hacían músculos con las pesas que ellos mismos se fabricaban; cuando el campeón de España, el sevillano Pepe Gordillo, vino a hacer la mili a Capitanía y buscando un sitio en el que entrenar dio con este modesto local: el caldo de cultivo perfecto para que este deporte calara en San fernando. Y bien que lo hizo. No tardaron en salir campeones: Rafael Rosado, los dos Antonio Jiménez -Bernal y Guerrero-, Ramón Cardoso, José Usero...

De aquellas victorias ondean todavía como banderas las borrosas fotocopias de antiguos recortes de prensa que están colgadas en las paredes del almacén del gimnasio del colegio Reina de la Paz, que se ha convertido en la nueva casa de la halterofilia isleña. Dejan muy claro de dónde se viene. Allí entrena una veintena de jóvenes -hombres y mujeres- que han dado una nueva vida a este deporte.

El Club de Halterofilia de San Fernando tomó forma hará unos tres años gracias a unos cuantos veteranos empeñados en revivir la afición: Adolfo Victorián; su presidente, Lorenzo Duro; Enrique Olvera... Un trabajo que resultó tan duro como levantar las pesas que utilizan en las competiciones: "Hablamos de halterofilia. Desde luego no es un deporte de masas. No sale en la tele, no es un juego, no hay una pelota, ni siquiera hay un adversario al que vencer. Aquí estás solo. Y es un deporte espartano", subraya Victorián. Y eso, ¿encaja con los jóvenes de hoy y su mundo? "Es algo que te tiene que enganchar", apunta. De hecho, muchos de los chavales que llegan al club con las campañas que llevan a cabo abandonan al poco tiempo.

Aunque su tenacidad -para esto de la halterofilia es una característica indispensable- ha dado sus frutos: 32 años después, La Isla ha vuelto a tener un campeón de España. Ha sido en Madrid, donde se han disputado los Campeonatos Junior de Halterofilia. Jorge Victorián Gago, con 16 años, se ha hecho con el título en la categoría de hasta 56 kilos y en la modalidad de dos tiempos y con la plata en arrancada y total olímpico.

El campeón, que lleva ya dos años en un Centro de Alto Rendimiento Deportivo en Canarias y que aspira a convertirse en internacional, muestra evidentemente su satisfacción por el título. Pero matiza: "Lo que tiene más mérito es siempre el trabajo que hay detrás". Y en este caso, qué duda cabe, hay muchas horas de entrenamiento desde muy temprana edad. "Para ser bueno en esto no hace falta ser un deportivista de elite. Tan solo constancia y un poco de talento deportivo, técnica...", explica. En esa técnica insiste también Lorenzo Duro. "Es la clave", apostilla. "A diferencia de lo que la gente se cree, la halterofilia no es cuestión de fuerza, sino de técnica, de la aplicación de dicha fuerza".

En Madrid, Pedro Montoya quedó también subcampeón en dos tiempos y consiguió el bronce en total olímpico. Por su parte, Manuel García, en la categoría de hasta 69 kilos de peso, logró un meritorio sexto puesto.

Hay que remontarse a 1984 para que otro isleño -Agustín Rebollo- se subiera a lo más alto del podio, recuerda el club. De ahí su enorme satisfacción. Porque La Isla está abriéndose paso de nuevo en la elite . Y con unos resultados excelentes además habida cuenta del poco tiempo que lleva el club. "Estamos empezando ahora, despegando... E intentamos crear una estructura sólida para evitar que suceda lo que ya ocurrió en otra época y desaparezca un club que en su momento fue todo un referente de la halterofilia en España", apunta, por su parte, Lorenzo Duro. Además -explica- intentan también que la afición despierte en otras localidades de la provincia. "El año pasado nos dedicamos a Algeciras y este año estamos en El Puerto y Jerez. Es nuestra vocación: que nazcan más clubes, porque de la cantidad nace la calidad".