formación

Capaz de reaccionar y salir del peligro

  • Una veintena de mujeres participa en el curso de defensa personal que ofrece la Concejalía de la Mujer

  • En el taller se enseñan pautas sencillas para escapar de distintas agresiones

El monitor muestra con una de las alumnas cómo defenderse ante un agresor que agarra del cuello.

El monitor muestra con una de las alumnas cómo defenderse ante un agresor que agarra del cuello. / román ríos

El curso de defensa personal que ofrece la Concejalía de la Mujer busca dar herramientas a las féminas para que puedan salir de situaciones violentas. No se trata de atacar, sino de responder ante una agresión lo suficientemente contundente como para poder escapar. Es uno de los objetivos de este taller -que pretende trabajar la autoestima de sus participantes- que se puso en marcha hace unos días y que se prolongará durante el mes en cinco sesiones de mañana.

"Les enseñamos técnicas fáciles, no complejas, porque eso se aprende con mucho tiempo de enseñanza y entrenamiento", explica Antonio García Pérez, uno de los dos instructores de la empresa La Maga, que imparten la actividad por la que desde hace unos años viene apostando el Área de la Mujer. Por eso, crean situaciones de peligro durante la clase, como el agarre por el cuello (que puede verse en las fotografías) para explicar la forma en que pueden zafarse. Después practican entre ellas para comprobar cómo funciona.

En las clases se trabaja la autoestima para que confíen en que pueden defenderse

Son diversas las agresiones o situaciones violentas ante las que se plantean soluciones: el agarre del cuello mencionado, o de la muñeca, que te tiren al suelo y te intente paralizar, que te sorprendan por la espalda o te den un tirón de pelo para atacarte... A todas ellas darán respuesta en estas jornadas de defensa personal los monitores que intentan que sus instrucciones sean sencillas para que las alumnas puedan recordarlas en algún momento complicado que requiera de su temple.

Porque en el taller también se trabaja para que las mujeres tengan confianza y crean que pueden responder, a pesar del miedo. "Lo más difícil es reaccionar a pesar de la tensión, romper ese miedo y responder, pero aquí las concienciamos de que es posible", comenta Antonio. Entre otras razones, se dan cuenta de que es más fácil de lo que puede parecer en un principio aún cuando enfrente se tiene a alguien más grande o más fuerte. "Es que piensan que son incapaces de escapar y por eso no actúan, se quedan paralizadas", asegura García Pérez que en sus clases enseña a las féminas que sí pueden. "Hay que darles un empujoncito porque deben sentir que son capaces", añade. Y para ello lo mejor es mostrárselo, poner en práctica esas pautas sencillas para responder con una luxación o golpes en zonas vitales del cuerpo para sorprender al agresor y poder salir de la situación.

"Muchas veces son movimientos que se hacen a diario, que no son difíciles, como pueden ser los giros", detalla el monitor que tuvo esta semana la primera toma de contacto con el grupo, compuesto de 20 mujeres de todas las edades. "Este problema no tiene edad", advierte el monitor. No es la primera vez que da este tipo de taller. La Maga desarrolla iniciativas de esta índole para administraciones públicas: ayuntamientos, instituciones que trabajan con mujeres como la Cruz Roja o, sin ir más lejos, la Diputación Provincial el año pasado. En este caso Antonio estaba contento tras la primera sesión por el interés de las alumnas que se mostraron participativas, "con curiosidad para aprender".

Con esta actividades, desde la Concejalía de la Mujer se busca que las féminas mejoren su bienestar a través de la seguridad, y para ello entiende que es necesario desarrollar su autoestima y trabajar para que conozcan sus capacidades como paso previo para controlar situaciones difíciles. El conocimiento del cuerpo y la aplicación de técnicas estratégicamente da ventaja ante atacantes masculinos. Aunque no sólo está la defensa física, sino también manejando la opción de persuadir e incluso de manera preventiva sabiendo dónde se es más vulnerable y dónde más fuerte. El uso del entorno, ya sean objetos (como paraguas, bolsos o llaveros) u obstáculos, es otra de las posibilidades que la Concejalía plantea en los contenidos del curso.

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