Bicentenario de las cortes Recreación histórica de la defensa de La Isla de León durante la Guerra de la Independencia

Cañones de gomaespuma para rescatar la Historia

  • La Guardia Salinera abre las puertas del centro de interpretación de la defensa isleña, que se levanta sobre los restos recuperados del reducto inglés número siete

"Es increíble, pero se conserva prácticamente entero". Con estas palabras, el presidente del club deportivo de recreación histórica de la Guardia Salinera, Francisco León, explicaba ayer al alcalde, Manuel de Bernardo, y al general de Tercio de la Armada Pablo Miguel Bermudo cómo se había abordado la recuperación del reducto inglés número siete -ubicado entre Constitución, Santo Entierro y Gallineras- y que esta entidad ha transformado en un centro de interpretación de la defensa isleña durante la Guerra de la Independencia que permanecerá abierta durante todo el Bicentenario.

Ayer fue inaugurado con el preceptivo corte de cinta por parte de las autoridades, que pudieron disfrutar también del primer recorrido por esta recreación histórica que pretende mostrar cómo era un campamento militar de las tropas que combatieron al ejército napoleónico durante 1810 y, por consiguiente, mostrar cómo era la vida de los soldados que combatieron en la Guerra de la Independencia, que defendieron La Isla a través de un entramado defensivo compuesto por múltiples baterías y reductos que se extendía a lo largo del caño de Sancti Petri. "Estamos aquí para contar la Historia", dijo el presidente de los voluntarios de la Guardia Salinera en esta puesta de largo del centro de interpretación permanente.

Fueron las tropas británicas las que en febrero de 1810 levantaron este enclave situado en segunda línea de defensa de la ciudad. Ellos mismos se encargaron de excavar el foso -aún se conserva en su parte frontal- y levantar el montículo y los parapetos de tierra sobre los que se disponían las piezas de artillería que, ayudadas por los fusileros, mantenían a raya el avance de los franceses.

El reducto, que a su vez sirvió de campamento para las tropas ante la ausencia de alojamientos en la villa, se mantiene intacto. El desarrollo urbanístico de la zona lo ha respetado. Hoy día es un solar rodeado de una tupida maleza que se extiende entre varios bloques de viviendas y un pequeño parque. El enclave defensivo ha recuperado su antiguo aspecto para recordar el pasado, aunque hoy, los cañones que apuntan al caño de Sancti Petri son de gomaespuma y todo es mero artificio. Una recreación histórica que, sin embargo, ayuda a entender el pasado. Y un esfuerzo enorme para recuperar la Historia de La Isla y de España, como ayer apuntó el alcalde, Manuel de Bernardo, que agradeció a la Guardia Salinera su trabajo y su ayuda "para que San Fernando recupere el lugar que le toca ocupar en la Historia de España". También el general del Tercio de la Armada, institución que ha colaborado con la Guardia Salinera, mostró su satisfacción con el resultado. Hubo incluso, un izado de bandera en el reducto. "Después de 200 años, la bandera va a volver a ondear en el reducto", dijo Francisco León.

La primera visita al centro de interpretación de la defensa -alumnos de un colegio- se produjo nada más finalizar el acto de inauguración. La recreación podrá ser visitada libremente los martes y los jueves, de cinco a siete de la tarde. Los colegios y los grupos organizados pueden, no obstante, concertar previamente la visita a través de la Oficina de Turismo. Existe también la posibilidad de vincularla a determinadas rutas turísticas y deportivas por el caño.

La demanda para conocer el centro, de momento, es bastante elevada. Según la Guardia Salinera, hay hasta unas 1.500 personas inscritas -alumnos de centros escolares- para visitar el reducto.

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