Defensa | 16 años del protocolo para la desafectación de suelos militares sin uso

Camposoto, Janer, polvorines...

  • Ni un solo metro cuadrado de los suelos militares de los que se hablaba hace más de década y media ha conseguido desarrollarse en la ciudad, que sigue pendiente de Defensa

Límite que marca la zona militar y el campo de tiro de la playa de Camposoto, cuya reubicación se ha convertido ahora en una prioridad.

Límite que marca la zona militar y el campo de tiro de la playa de Camposoto, cuya reubicación se ha convertido ahora en una prioridad. / román ríos

La fecha no ha pasado desapercibida. Tampoco este año. Esta semana se han cumplido 16 años de la firma del protocolo de intenciones que el Ayuntamiento suscribió con el Ministerio de Defensa el 30 de julio de 2002 para abordar la desafectación de terrenos militares que no tenían un uso activo en el término municipal y su desarrollo, principalmente con fines turísticos.

Y la situación no ha variado ni un ápice. Ni un solo metro cuadrado de todos estos suelos de los que se hablaba hace década y media -Camposoto, polvorines de Fadricas y Janer- ha conseguido recuperarse para la ciudad y esos proyectos de futuro de los que se viene hablando desde la década de los 90. La situación es prácticamente la misma que en aquel verano de 2002 en el que se creía que la puerta de las negociaciones con Defensa se había conseguido abrir al fin y que empezaban otros tiempos para La Isla.

Cavada ha solicitado formalmente una reunión a la nueva ministra de Defensa

El parque comercial que estaba previsto en los 65.000 metros cuadrados de superficie de la vieja escuela de artillería de la Armada -Janer- era de todas esas actuaciones que se recogían en el protocolo el proyecto que más había conseguido avanzar. Pero tras un parón de dos años y medio se ha quedado en el aire definitivamente después de que Zona Franca, que en su momento compró los suelos a Defensa, pusiera en venta los terrenos por 7,4 millones de euros ante la incapacidad de desarrollar por su propia cuenta la actuación. La venta pública además se malogró. Quedó desierta. Así que ahora mismo el gran proyecto de Janer afronta un futuro muy incierto.

El desarrollo del medio millón de metros cuadrados de los polvorines de Fadricas -entre Bahía Sur y La Casería- tampoco ha registrado avance alguno. El convenio suscrito en 2012 con los propietarios de la zona, a los que se sumó Defensa al perder la batalla judicial que emprendió contra el Consistorio (la sentencia es de mayo de 2011), lleva tiempo caducado y, que se sepa, no se ha dado ningún paso para abordar su renovación o para negociar un nuevo acuerdo más ajustado a la realidad urbanística de hoy.

Y, evidentemente, ni un solo metro cuadrado de Camposoto -hace 16 años se hablaba de 340.000- ha llegado a manos del Ayuntamiento. Lo más cerca que estuvo de conseguirse algo fue en verano de 2016 cuando Defensa ofreció 17 hectáreas en la zona colindante con el Cerro de los Mártires, un espacio hipotecado por las cargas arqueológicas y las servidumbres de Dominio Público Marítimo Terrestre que el Consistorio intentó sin resultado cambiar por otros suelos más atractivos y cercanos a la playa.

Mención aparte merece el campo de tiro de la playa, que ahora mismo se ha convertido en la prioridad y en uno de los principales argumentos de la 'lucha' por ganar terrenos para La Isla en la zona más atractiva y de mayor potencial turístico: Camposoto. Su reubicación en el interior del acuartelamiento permitiría liberar la totalidad de la playa para su uso y disfrute. Las reivindicaciones han cobrado fuerza. Y el Ayuntamiento, a principios de año, aseguraba que era una posibilidad que se estaba negociando con Defensa.

La situación ha cambiado aunque nadie espera novedades a corto plazo. El cambio de gobierno ha abierto nuevas posibilidades. Es la primera vez que coinciden los colores políticos en Madrid y en La Isla y se espera una mayor sensibilidad hacia los problemas y necesidades del municipio. La alcaldesa, Patricia Cavada, ha solicitado ya por escrito a la nueva ministra, Margarita Robles, un encuentro para retomar las negociaciones y romper la dinámica de los últimos 16 años, que no ha dado ningún resultado.

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