La obra fue colocada en la calle Real a finales del pasado mes de junio, coincidiendo con los actos del Día del Orgullo LGTBIQ+. Se trataba de una simbólica pieza en forma de corazón con los característicos colores del arcoíris con la que el Ayuntamiento de San Fernando pretendía poner su granito de arena a la causa y ayudar a visibilizar las reivindicaciones del colectivo.
Pero no ha durado mucho. La pieza ha sido arrancada recientemente en un nuevo acto vandálico y fue posteriormente arrojada a unos contenedores de basura, donde fue encontrada.
El Ayuntamiento isleño ha afirmado que se va a hacer cargo de la reparación y que va a intentar reforzar la base de la estructura para evitar que se repita este tipo de incidentes, que por supuesto ha condenado.
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