Adjudicada la recuperación del molino de mareas del Zaporito y su entorno
Costas ha considerado más adecuada la propuesta presentada por la UTE formada por Bahía San Kristóbal y Construcciones Obras Públicas y Servicios Mar · Tendrá doce meses para la ejecución
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La estampa que se observa ahora en el entorno del molino de mareas del Zaporito cambiará completamente dentro de unos meses cuando el proyecto que plantea la recuperación de toda la zona esté ejecutado. Atrás quedará su uso como bolsa de aparcamiento, mucho más utilizada en los últimos meses tras la remodelación de la calle Real y la conversión en zona azul de la cercana calle Tomás del Valle. Y mostrará ya una construcción restaurada, ahora en franca ruina, y un caño de Sancti Petri dragado y recuperado en su tramo final.
Su nueva imagen está cada vez más cerca, más ahora que la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Marino y Rural, ha adjudicado la actuación. Se encargará de realizarla la Unión Temporal de Empresas (UTE), compuesta por Bahía San Kristóbal S.L. y Construcciones Obras Públicas y Servicios Mar S.L.
Desde la Dirección General se estima en 12 meses el plazo para la intervención, que finalmente se ha adjudicado por un importe de 1.346.625,27 euros, muy lejos de los dos millones en que se licitó el proyecto en principio -aunque no se trata, en cualquier caso, de la oferta más baja-. Los técnicos de Costas valoraron la oferta de esta empresa, entre otras diez (otra de ellas también UTE), como la mejor dada sus características técnicas y el presupuesto presentado. El acuerdo para esa aprobación provisional se produjo el 17 de noviembre pasado, sin que haya habido variación en estos últimos días.
El proyecto contempla dos actuaciones diferenciadas, de hecho se plantean en dos fases. Una primera se refiere al patrimonio histórico del lugar: al edificio del molino de mareas y el muro del antiguo muelle. La construcción será reformada por dentro y por fuera. En el exterior deben recuperarse los paramentos (elementos que recubren los muros), las cubiertas (con la posibilidad de poner las antiguas tejas si pueden rescatarse), las puertas, las ventanas e incluso una parte que se encuentra actualmente enterrada. En el interior se tratarán los techos, las paredes, el suelo y todas las acometidas. Los servicios del agua, la electricidad, el saneamiento y el teléfono se instalarán puesto que al inmueble se le dará un futuro uso. Podría convertirse en un museo o en un centro de interpretación.
Otra estructura en la que la UTE tendrá que trabajar es el muro correspondiente al antiguo muelle del Zaporito, que no se encuentra a la vista al estar enterrado totalmente bajo los materiales de relleno acumulados en la zona y que tiene una longitud de 155 metros.
De similares características y materiales de esa estructura será el muro de contención de tierras que se construirá para delimitar la zona conocida con el nombre del cazo, situada en la parte posteriores del molino de mareas. Formaría parte de la otra fase del proyecto.
Esa zona del cazo, en la que se acumulaba el agua de la marea cuando no estaba rellena como actualmente, se intentará recuperar, según la idea de Costas. El límite es, por supuesto, el vial de acceso desde San Marcos a la Ronda del Estero. En ese punto se retirarán los materiales que rellenan el terreno, como también se hará en la parte final del caño de Sancti Petri, al otro lado del puente. Se excavará y limpiará hasta recuperar la cota original, lo que no evitará que se trabaje en sus márgenes.
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