Si pensaban que llorar lágrimas de sangre se quedaba en la ficción o en los dichos populares, la ciencia nos enseña que cualquier realidad es capaz de superar estos escenarios. Y es que existen casos documentados de derramamiento de lágrimas sangrientas denominados como Hemolacria,un fenómeno asociado en el pasado a hechos milagrosos y que ahora se conecta con síntomas de patologías oculares. 

Aunque su padecimiento es extremadamente infrecuente y se da en un número muy reducido de personas,  hay algunos se siguen dando casos de personas cuyas lágrimas están tenidas de sangre. Al contrario de lo que sucede con las 'comunes', estas lágrimas no tienen por qué aparecer en momentos de emocionalidad, sino también cuando se produce un exceso en el lagrimeo que va a menudo acompañado de otras molestias como picor, sensación de tener un cuerpo extraño y dolor.

Las causas principales de su aparición puede deberse a tumores del aparato lagrimal, trastornos vasculares o la inflamación que puede generar una conjuntivitis diagnosticada como grave. Además, su manifestación física también tiene algunas particularidades ya que, según apuntan los expertos, su composición no tiene por qué ser íntegra de sangre  sino que solo tiñe una proporción de ellas.

El primer caso descrito en la literatura médica del que se tiene noticia se dio en el siglo XVI. Antonio Brassavola (1500-1570), relató el caso de una monja de cuyos ojos brotaba sangre cada vez que menstruaba, algo relacionado en la época con sucesos sobrenaturales. Con el paso del tiempo y los avances médicos y científicos se ha comprobado que precisamente este es uno de los factores más comunes en los casos tratados, los procesos hormonales.

MENSTRUACIÓN VICARIA

Se trata de una condición particular en la que, durante su periodo menstrual, las mujeres no solo sangran a través de la vagina, sino por otros orificios corporales. Generalmente, los puntos de sangrado más comunes son los ojos y la boca. Es un proceso vinculado a bastante similar a la de la endometriosis en la que, al contrario, el sangrado se produce de manera interna durante el período menstrual.

La ciencia moderna respalda esta idea: según un estudio realizado en 1991 con 125 sujetos sanos, la menstruación contribuye a la hemolacria oculta, o rastros de sangre en las lágrimas.

Según apunta la revista MUY INTERESANTE, el documento encontró que ''el 18 % de las mujeres fértiles tienen algo de sangre en sus lágrimas, mientras que solo el 7 % de las mujeres embarazadas, el 8 % de los hombres y ninguna mujer post-menopáusica muestra signos de lágrimas con sangre''

Asimismo, los científicos concluyeron que “la hemolacria oculta en mujeres fértiles parece ser inducida por hormonas, mientras que la hemolacria es provocada con mayor frecuencia por factores locales (conjuntivitis bacteriana, daño ambiental, lesiones)”.

Por otro lado, en el libro Enfermedades de la Conjuntiva y Corneales Asociadas, (Compendio de Oftalmología) se habla de dos expertos que estudiaron este fenómeno y que concluyeron que "las lágrimas del 18% de las mujeres en edad fértil contenían sangre". 

LÁGRIMAS POR ESTRÉS

El caso más reciente se dio en una niña india de 15 años que acudió al hospital aquejada de esta afección. El diagnóstico inicial fue precisamente el del origen hormonal, sin embargo, no parecía haber ningún tumor, maligno o benigno, ni lesiones otras lesiones similares.

Analizando su caso, el único factor externo que parecía estar relacionado es que la paciente en cuestión se  encontraba en período de exámenes cuando todo ocurrió. El examen psiquiátrico reveló que la joven padecía de fuerte estrés, aunque no podía determinarse que esta fuera la causa. 

Desde entonces, se han dado otros casos de lágrimas de sangre que podrían haberse desencadenado también por una situación de nerviosismo extremo, aunque los estudios necesitan avanzar en la detección y el análisis de estos casos.

HEMANGIOMAS

En 2015, un paciente italiano relató haber sufrido este episodio durante horas en su casa y que cesara horas después antes de volver a reanudarse. Las lágrimas no afectaron su visión, no le dolía nada ni sufrió golpes o traumas. Esto se conoce como neoplasia, generalmente benigna, que se da por un singular hinchazón de los vasos sanguíneos del aparato ocular.

Otros motivos

Infecciones,papilomas en el lagrimal,abuso de las lentes de contacto,blefaritis y epiescleritis o enfermedades sistémicas.

TRATAMIENTOS

Si se llegar a conocer el origen, el médico prescribirá fármacos, como antibióticos si el origen es una infección bacteriana, antiinflamatorios, o incluso terapia hormonal si la causa está en una endometriosis vicariante.

En ocasiones, hay que recurrir a la cirugía como ocurre cuando la sangre procede de tumores.