Alba Carrillo protagoniza desde hace unas semanas el mayor triángulo amoroso del último año en Mediaset. La colaboradora de Fiesta fue pillada enrollándose con Jorge Pérez, el Guardia Civil que presumía desde hace años de tener un matrimonio perfecto. Ahora, nuevos detalles han salido a la luz que desmontan lo que de primeras parecía una simple noche de amor. El culebrón se ha desatado y los personajes de esta grotesca historia no dejan de sorprender.

Hace unos días se descubrió que Marta López ayudó a la pareja, dejándoles su casa para culminar su noche de festejo. Ahora, un nuevo nombre ha salido a la luz y lo podría cambiar todo. Se llama Bea Jarrín, es reportera de Cuatro y, según los testigos, habría intentado camelar a Jorge Pérez, causando grandes celos en Carrillo.

El triángulo amoroso se ha convertido en un apeirógono lleno de sexo y envidias. Mientras que Bea Jarrín deja claro que solo mantiene una buena amistad con el Guardia Civil, Alba Carrillo asegura que la reportera estuvo más que interesada durante la fiesta de la productora. "Hundiste tu cara en su cuello", espetó Carrillo en Fiesta, generando un cara a cara inesperado en plató.

Bea Jarrín y Alba Carrillo en un inesperado cara a cara en 'Fiesta', de Emma García

De hecho, todo apunta a que ambas se enzarzaron en un acalorado enfrentamiento durante la fiesta navideña del programa. Por lo que cuentan, Bea se acercó a Alba y Jorge, que estaban muy acaramelados, con la intención de separarlos y evitar que Pérez fuese infiel a su mujer. Un movimiento que enfureció a Carrillo. "Bea se acerca a Alba y a Jorge en la fiesta para separarlos y entonces Alba le pegó un fuerte empujón", ha señalado Diego Arrabal en su canal de Youtube, añadiendo que el empujón mandó a la reportera "a la otra punta de la barra".

Alba Carrillo estalla contra Bea Jarrín en 'Fiesta'

El paparazzi ha asegurado que Bea Jarrín iba a explicar esta versión de la historia durante la emisión de Fiesta el pasado jueves. Fue entonces cuando Alba Carrillo amenazó con abandonar para siempre el programa e incluso la cadena. Entendiendo a Alba como uno de los activos más valiosos de Mediaset, el miedo por su marcha activó los protocolos necesarios para que Bea guardase silencio. Fue así como se evitó que se hablara de la supuesta actitud agresiva de la modelo.