Hay preguntas que te sacan de tus casillas. Es el caso de la que realizó Emma García a Matías Prats el pasado sábado en Viva la vida. El hijo del famoso presentador de Antena 3 acudió al programa de las tardes del fin de semana de Telecinco para hablar de su nuevo proyecto. Lo que no sabía es que Emma García guardaba un as bajo la manga: su posible romance con la periodista deportiva Sara Carbonero.

Matías Prats visitó Viva la vida para presentar su primera novela, El futuro que olvidaste. Tras promocionar su proyecto editorial, Prats se vio sorprendido por una pregunta de la presentadora vasca. Emma García aprovechó la presencia del presentador de los deportes de Informativos Telecinco para preguntarle sobre su relación con Sara Carbonero. "¿Estuviste saliendo con Sara Carbonero una temporada?", le espetó a la cara, sin previo aviso. 

"Eso son tonterías, hemos sido compañeros de radio y nos llevamos genial. Pero no ha habido nada más", respondió Matías Prats. Pero García quería seguir metiendo el dedo en la llaga. "Cierto es que ha sido una de las primeras que ha recibido tu libro", le comentó sonriente. "Claro que se lo he enviado. Espero que le guste. Pero ya está. Nos llevamos muy bien. Hemos sido muy buenos compañeros", culminaba Matías, salvándose de las re-preguntas incómodas de Viva la vida.

Un libro con una historia que resulta familiar

El futuro que olvidaste, la primera novela de Matías Prats, es un thriller apabullante que narra la historia de Paula Llorente. La protagonista, una de las tenistas más relevantes de los últimos tiempos, desaparece sin dejar rastro en una playa del litoral catalán. El país está conmocionado. Nadie sabe con certeza qué ha ocurrido, pero los posibles problemas de salud mental y la depresión que arrastraba apuntan a un suicidio.

Sin duda, esta premisa recuerda al caso de Blanca Fernández Ochoa. La esquiadora desapareció sin dejar rastro y su cuerpo fue hallado sin vida días después. Todos los indicios apuntaban a que Ochoa llevaba mucho tiempo soportando una mochila demasiado pesada como para seguir queriendo disfrutar de la vida. La muerte de su hermano Paco, que padecía cáncer, fue la gota que colmó el vaso y que llevó a la medallista a decidir irse para siempre.