Setenil: A la sombra de una cueva

DECIDIR cuál es el pueblo más bonito de la provincia no es fácil, porque sobre gustos no hay nada escrito pero también porque hay mucha oferta donde elegir. Pero si la pregunta se circunscribiera a cuál es la localidad gaditana más singular, ahí quizás sí pudiera haber una respuesta más uniforme. Porque a singularidad pocos municipios –de Cádiz pero también de Andalucía o incluso de España– pueden a superar a Setenil de las Bodegas.

Esta población, que es junto a Alcalá del Valle la que está más al este y, por tanto, la más alejada de la capital de la provincia, es un reclamo turístico único a la sombra de una cueva. Porque es un pueblo con una estructura muy peculiar, con su centro urbano incrustado en el tajo formado por el río Trejo a su paso por este enclave de la Serranía, con muchas de sus casas excavadas en las rocas.

El nombre de Setenil significa ‘siete veces nada’ y la tradición supone que la denominación viene de los muchos intentos que hicieron los cristianos por arrebatarle esta localidad a los musulmanes. En cualquier caso, Setenil tiene mucho que ver, tanto para el turista que la descubre por primera vez como para el visitante que vuelve para sorprenderse una vez más. Calles como Cuevas del Sol, Cuevas de la Sombra, Cantarería Baja, Jabonería o Herrería, junto con la Plaza de Andalucía, son sólo algunos de los lugares más emblemáticos de un pueblo que tiene la denominación de conjunto histórico-artístico, que ingresó en la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España en 2019 y que ofrece un centro histórico muy cuidado con sus miradores, su torre del homenaje, su muralla, y sus ermitas. Una de ellas es la de la Virgen del Carmen. Y es que, pese a estar plena Sierra, Setenil tiene por Patrona a la Virgen más marinera, la del Carmen. Por eso, porque a singular a este pueblo no le gana nadie.