La Soledad de ‘La Roldana’ inundó la Villa en un Viernes Santo para el recuerdo
La salida estuvo llena de momentos muy emotivos, como el paso por la Residencia Vedruna
Las imágenes del Viernes Santo en Puerto Real 2025: Soledad y Santo Entierro

Puerto Real/La Hermandad de la Soledad y Santo Entierro de Ntro. Señor Jesucristo vivió su Viernes Santo soñado. A las siete de la tarde, cuando se abrieron las puertas de la Iglesia Conventual de la Victoria y de su Casa Hermandad, brillaba el sol. Apenas una nube, nada amenazante, que a ratos se agradecía para evitar el calor primaveral de una tarde con todo el protagonismo de la Soledad de ‘La Roldana’. Cientos de personas se arremolinaron en la Plaza Madre Loreto para disfrutar del Viernes Santo que la lluvia robó hace un año y que estuvo lleno de momentos muy emotivos.
El primero de ellos con la salida del Cristo Yacente en su sagrada urna, una imagen también atribuida a la Roldana de a que no se tienen documentos que lo certifiquen, pero tampoco dudas. Riguroso luto y gran solemnidad en el cortejo de esta Real Cofradía de Penitencia, la única de la Villa que ostenta este título.
Y tras el Cristo, su madre, la Virgen de la Soledad, la que es sin duda la talla de mayor relevancia de la Semana Santa de Puerto Real, y centro de todas las miradas nada más atravesar la puerta de la Casa de Hermandad, cuando se llevó el primer aplauso. El segundo fue para su cuadrilla de costaleros, cuando se entregaron al máximo para levantar a pulso el paso. Un momento también destacado fue cuando el que fuese Hermano Mayor, Juan Antonio Sánchez Richarte, daba la primera levantá del paso de palio.
La Hermandad cumplió en su recorrido con citas habituales, como el paso por la Residencia Vedruna, que usaba su escalinata como una tribuna, desde la que los mayores residentes pudieron disfrutar de la procesión. Allí no faltaron las saetas que Loli Lacalle ofreció al Cristo Yacente y Carolina Molero, a la Soledad.
También se dio la posibilidad a que una trabajadora del centro, María José Alcedo, diese la levantá al paso de misterio, y se vivió un momento muy especial cuando una hija de Juana Torres hizo lo propio con el paso de palio. Se cuenta que Juana Torres, siendo una niña, pudo salvar su vida gracias a un milagro de Joaquina de Vedruna, uno de los milagros por los que hicieron santa a la fundadora de la Congregación de las Carmelitas de la Caridad.
La Hermandad continuó por calle Concepción para seguir por De la Plaza, en un tramo en el que tanto los capataces como los costaleros tuvieron que trabajar con precisión, para salvar los postes que soportan los toldos, que el Ayuntamiento no retiró, y que complico el trabajo. De hecho, en un tramo incluso se prohibió la presencia de público por cuestiones de seguridad.
Los cofrades cumplieron con su estación de penitencia en la Prioral y con el paso por carrera oficial, aunque en esta ocasión sí pudieron procesionar por un tramo de la Calle Soledad, no pudieron hacerlo por la Plaza Imaginera Luisa Roldán ‘La Roldana’ debido a unas obras. Un caminar perfecto de la Soledad, acompañada de su inseparable Banda de Música Pedro Álvarez Hidalgo, con la que forma la unión perfecta.
Un brillante desfile que culminaba pasadas las doce de la noche con la siempre llamativa recogida, en la que se simulan los tres portazos que diera la Madre Loreto a los exaltados que, en 1936, intentaron incendiar el templo de la Victoria.
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