El repentino cambio de nombre de la Plaza Manuel Bermúdez Aleu enfada a su familia en Puerto Real
El Ayuntamiento dice cumplir con la Ley de Memoria Histórica porque "una investigación reciente, aún no publicada, lo relaciona con la Falange durante su juventud"
Su familia, escandalizada con lo que consideran un "gravísimo error", recuerda que el padre de quien era un "querido trabajador del Ayuntamiento" fue asesinado por la dictadura franquista y asegura que "se quiere convertir en verdugo a quien fue una víctima"
Un tramo del Paseo Marítimo de Puerto Real llevará el nombre de Antonio García Fernández

Puerto Real/Hace ya más de una década, la plaza pública en la que se inicia la calle De la Plaza de Puerto Real, entre los barrios de El Cartabón y Las Palmeras, lleva el nombre de Manuel Bermúdez Aleu. Así lo aprobó en su momento el pleno municipal, dando respuesta a una petición popular que, tras una recogida de firmas, quería reconocer a uno de sus vecinos.
Manuel Bermúdez fue funcionario del Ayuntamiento de Puerto Real y una persona muy querida en la ciudad, por lo que entonces no hubo dudas en acceder a la petición de sus amigos, familiares y vecinos. Desde entonces la Plaza ha llevado su nombre. Sin embargo, recientemente, tres trabajadores municipales llegaban a la Plaza, se subían a una escalera, y eliminaban de la placa su segundo apellido (Aleu) para sorpresa de los vecinos.
En el pleno de ayer, una representación de la mucha gente que quería a Manuel acudió al pleno para pedir explicaciones, ya que, según dijeron, “la decisión la había tomado de forma unilateral el concejal de Infraestructuras, Antonio Gil (Adelante Andalucía)”.
Pero lejos de encontrar una explicación a todo el asunto, la respuesta de Antonio Gil sorprendió y enfado a los familiares y amigos del ya desaparecido. Gil, que además de ser concejal de Infraestructuras lo es también de Memoria Democrática, aseguró que “hay investigaciones recientes, que aún no se han publicado, que aseguran que Manuel Bermúdez Aleu tuvo vinculación en su juventud con la Falange”. Por ello, con una dirigencia nada propia en el Ayuntamiento de Puerto Real, se había decidido eliminar uno de los apellidos para que la Plaza se llamase Manuel Bermúdez y estuviese dedicada a otra persona. En concreto, al padre de este, Manuel Bermúdez Rivas, que fue asesinado durante la dictadura franquista.
De este modo, en la misma respuesta del concejal se intuía, a juicio de la familia, el “grave error cometido”. “¿Cómo una persona que vio como asesinaban a su padre se puede ahora acusar de estar en el bando contrario?”, se preguntaban.
Sin embargo, Gil, que se mantuvo firme en la decisión, solo añadió a la familia que “se cumple la Ley de Memoria Histórica y si me estoy equivocando, pediré disculpas”.
La familia, que considera “gravísima” una decisión que “atenta contra la memoria histórica de una persona que sufrió la represión franquista”, ve incomprensible que un concejal, “sin conocimiento alguno de la vida de Manuel”, trate “como verdugo a quien fue una víctima”.
Aun así, dieron detalles de su historia para conocimiento de Gil, recordando que quedó huérfano de padre porque lo asesinó la dictadura y sus restos están en una fosa común del cementerio de Puerto Real. “Jamás perteneció a la Falange. Se limitó a ejercer como conserje durante unos años en un centro de la OJE (Organización Juvenil Española), donde se daban clases de música (entre ellos Pedro Álvarez Hidalgo) y ensayaba un grupo de majorettes. Él solo cuidaba del edificio, puesto que su trabajo era de funcionario del Ayuntamiento de Puerto Real”.
Por ello, tanto Rafael Barrera como Remedios Álvarez, que tomaron la palabra en representación de la gente que siempre estuvo a su lado, exigieron al Ayuntamiento, que se restituya el nombre cuanto antes, y que la plaza siga llamándose Manuel Bermúdez Aleu. Incluso se reservaron el derecho de tomar acciones legales, en caso de que no se haga.
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