Puerto Real prepara un homenaje en memoria de los jóvenes soldados repatriados de la Guerra de Cuba
El puertorrealeño Manuel Izco, Doctor en Historia, sacó a la luz esta historia y recuperó la identidad de los 104 jóvenes fallecidos a través de varias publicaciones
En el actor participarán el Ayuntamiento de Puerto Real, Defensa y Cemabasa
124 pasos y 88 años para descansar con dignidad
Puerto Real/La alcaldesa, Aurora Salvador, y la concejala de Juventud y Participación Ciudadana, Nazaret Ramírez, se han reunido con el coronel Ángel Javier Umbría Baspino, subdelegado de Defensa de la provincia de Cádiz, José Luis Ferrer Rossi, gerente de Cemabasa, y Manuel Izco Reina, doctor en historia. El objetivo del encuentro ha sido comenzar a definir el homenaje en memoria de los jóvenes soldados repatriados de la Guerra de Cuba que fallecieron a finales de 1898 en el hospital militar provisional instalado en el castillo de San Luis, en la isla de El Trocadero.
Estos soldados fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de San Roque de Puerto Real, sin recibir el homenaje que el pueblo había deseado rendirles durante años. El historiador Manuel Izco, quien hace unos años sacó a la luz esta historia y recuperó la identidad de los 104 jóvenes fallecidos a través de varias publicaciones, ha asesorado en este proceso.
En este primer encuentro, todas las partes implicadas (Ayuntamiento, Cemabasa y Defensa) han mostrado su disposición a seguir trabajando en el asunto, con la intención de que el homenaje sea una realidad en breve.
Soldados en el olvido
Fue en 2016 cuando el historiador puertorrealeño (ahora Doctor en Historia), Manuel Izco, ganó uno de los premios del concurso que celebra la revista Adiós Cultural, en la categoría de mejor historia documentada ocurrida en un cementerio español.
El galardón lo obtuvo la historia titulada ‘Soldados en el Olvido’, que narra la deuda funeraria que los gaditanos tienen con más de un centenar de soldados españoles que regresaron de la Guerra de Cuba y que recibieron sepultura en una fosa común en el cementerio de San Roque de Puerto Real.
Fue a finales del año 1898 tras fallecer de distintas dolencias en el hospital que dispuso en el castillo de San Luis del Trocadero, sin que se señalara el lugar con ningún elemento funerario, pese a la iniciativa de los vecinos de Puerto Real a comienzos del pasado siglo XX.
Sobre este tema, Manuel Izco publicó el libro Puerto Real y sus espacios funerarios, fruto de una investigación de más de 15 años. En él analiza la realidad funeraria de la localidad a lo largo de su historia, desde su fundación hasta el pasado siglo XX.
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