Se sienten el eslabón más débil del sistema sanitario. El colectivo de celadores, a través de la Plataforma ‘Reconocimiento para el celador, Ya’, convocaba este jueves concentraciones en la puerta de los hospitales de toda España, entre ellos en la del Hospital Universitario de Puerto Real.

La protesta ha arrancando guardando tres minutos de silencio en recuerdo de los 10 profesionales de este sector que han perdido la vida a consecuencia de la Covid-19. “Desde el inicio de la pandemia y hasta mediados del mes de octubre fuimos considerados personal de bajo riesgo. Nuestras protestas hicieron que eso cambiase para reconocer nuestro trabajo en primera línea de coronavirus”, recordaba en la protesta Sonia Valiente, celadora miembro de la plataforma.

Se solucionaba solo uno de los muchos asuntos que el colectivo tiene pendiente. Un grupo de trabajadores cuyo estatuto data de 1971 y es “machista y retrogrado”, según Valiente. “Ni tan siquiera existe la figura de la celadora, cuando actualmente, las mujeres suponen el 70% del colectivo”, apunta.

Además, se les considera “personal de gestión y servicio”. Su derogación es uno de los principales puntos de una plataforma que también reivindica formación dentro de la familia profesional de sanidad. En la protesta han insistido en que la cualificación profesional para el “traslado y movilización de usuarios y pacientes, documentación y materiales en centros sanitarios”, es insuficiente y piden que se avance un paso más con una titulación de grado medio de formación profesional. “Esa titulación no llega y la figura del celador continúa en el ostracismo más absoluto, sin que se le considere personal sanitario, aunque tengamos contacto directo con el paciente, al que abrazamos y tratamos con el máximo cuidado, a pesar de carecer la formación adecuada para hacerlo”.

Lamentan que el único requisito para ser celador es tener un certificado de escolaridad, ninguna otra formación. “Todos los que trabajamos en este sector hemos aprendido gracias a la buena voluntad de los compañeros, porque nadie nos enseña a realizar movilizaciones, a recibir pacientes traumatológicos o a montar una mesa de quirófano. Ni el paciente ni el celador de merecen esa precariedad”, dicen.

Hasta que no se busquen soluciones para los problemas que plantean van a seguir protestando. De hecho, ya han convocado la siguiente de las movilizaciones, que será el 22 de abril.