La denuncia realizada por la Plataforma Vecinal Río San Pedro, a la que también se ha sumado Adelante Andalucía, alertando de la presencia de posibles restos de fibrocemento (amianto) en la barriada (procedente de la antigua Delphi), ha sido desmentida con rotundidad por la empresa encargada del desmantelamiento de la antigua fábrica de El Trocadero.

La empresa, contratada por Sport City Cádiz que es quien gestiona ahora los terrenos, no solo ha rechazado estas “falsas acusaciones” sino que también ha mostrados su total indignación al considerar que “se está creando una injusta alarma social alrededor de un proyecto que está cumpliendo de forma escrupulosa con toda la normativa en materia de seguridad”.

La primera aclaración que realizan es que el material que ha aparecido en la barriada, la “esponja amarilla” a la que hacen referencia los vecinos, “no es amianto sino lana de roca”, un material que se emplea ampliamente como aislante térmico en la construcción y en la industria, y que no es ni perjudicial para la salud ni contaminante.

Sí reconoce la empresa que este material inocuo ha podido llegar al barrio en pequeñas cantidades, ya que, según explican, el pasado jueves se estaba trabajando en un edificio que contiene este material no perjudicial, y el fuerte viento de levante pudo desplazar algunos restos. “En cuando se tuvo conocimiento de esa situación se paralizaron los trabajos que, a día de hoy, siguen sin retomarse y así continuarán hasta que el viento amaine”, aseguran.

De hecho, el mismo jueves se retiraron algunos de estos restos que volaron por los alrededores de la antigua factoría, por una cuestión de limpieza y no porque se trate de un material contaminante ni perjudicial para la salud, ya que se trata de lana de roca, insisten en la empresa.

Por otro lado, recuerdan que los trabajos de desmantelamiento de las naves se están realizando de forma escrupulosa y que, a excepción de este hecho puntual, no han generado problema alguno desde que se iniciaron el pasado verano.  De hecho, hace ya unos meses que se trabajó en el único edificio que sí contenía fibrocemento, y se realizó mediante una empresa especializada en este tipo de trabajos, tal y como marca la normativa, después de encapsular el edificio.

Así las cosas, defienden la rigurosidad con la que se está ejecutando la obra en El Trocadero, y lamentan el malestar que se pueda crear tras la denuncia realizada por la Plataforma Vecinal, que esta “llena de inexactitudes y desconocimiento, que puede desembocar en una  alarma social que, además de exagerada, no tiene nada que ver con la realidad”.

Aún así, se ponen a disposición de cualquier persona o entidad que quiera certificar la seguridad de los trabajos que se realizan, porque “esto es un proyecto muy transparente y hay datos técnicos disponibles para quien tenga la más mínima duda”.