La Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) y CGT han celebrado este jueves una asamblea en los alrededores de Navantia Puerto Real, en la que han participado alrededor de 50 personas según los convocantes, para analizar dos cuestiones que consideran claves dentro del “desmantelamiento industrial de la Bahía: el posible cierre de la planta de Airbus Puerto Real y la nula carga de trabajo en los astilleros”. La asamblea de hoy pretendía buscar la unión de la industria de la Bahía, de sus trabajadores, “más allá de las siglas sindicales”, con un objetivo claro: “Carga de trabajo, cargada de derechos laborales”.

Han planteado un calendario de movilizaciones con fechas como la del próximo 10 de abril en la que habrá una manifestación en Cádiz que partirá a las 12:00 horas desde la Plaza de San Juan de Dios, ante el Ayuntamiento de Cádiz, y finalizará en la Plaza Asdrubal, frente a la sede de la Junta de Andalucía.

“El problema es la industria de la Bahía, no es solo Navantia o Airbus. Es de todos”, ha manifestado Manuel Balber, presidente de la CTM. De algún modo han querido escenificar la unión de dos sectores – el naval y el aeroespacial- que comparten problemas comunes derivados de la falta de carga de trabajo.

Junto a Balber participó Juan Antonio Guerrero, Secretario de CGT en Airbus Puerto Real y miembro del comité de su comité de empresa. “El problema que estamos viviendo dentro de la propia factoría es su desmantelamiento paulatino. En 2015 había 587 y ahora no hay más de 290”, detalló. Además, adelantó que la intención de la empresa es que el próximo lunes cincuenta trabajadores de Airbus Puerto Real se trasladen a la planta de San Pablo, en Sevilla, y también trasladar a otros a la del CBC de El Puerto. “Lo que quieren conseguir es vaciar la planta de trabajadores y justificar su baja productividad y, por tanto, su cierre”, manifestó Guerrero.

Insistieron en que el principal problema no es los trabajadores de Airbus que “no corren peligro porque serían trasladados a otras plantas”. Tampoco la plantilla “de la casa” en Navantia, que “también tienen asegurado su trabajo”. Se trata, según dijeron, de “todo el tejido industrial que hay alrededor y del personal de las contratas con las que no se cuenta”.

La iniciativa de esta movilización la han tomado en la CTM y CGT, aunque tienen la mano a todo aquel que se quiera unir. “Nosotros estamos abiertos a trabajar con otros sindicatos, pero actualmente creemos que los comités de empresa de Navantia y Airbus, ambos de CC.OO, no hacen nada”, dijo Balber.

Precisamente el delegado de Comisiones Obreras en la empresa Kuehne + Nagel, una de las auxiliares que prestan servicio a Airbus, Juan Antonio Pontones, hizo un llamamiento a la unidad más allá de las siglas. “La del 10 de abril debe ser una movilización de trabajadores porque las siglas sindicales no han hecho más que desunir en los últimos años. Debemos autodefendernos y que la Bahía no sea, otra vez, la que pague los platos de rotos de una nueva crisis”, dijo Pontones.

Recordó que en los últimos años se han producido “cientos de despidos” en las empresas auxiliares de la aeronáutica, por lo que la fecha de abril “debemos marcarla como un plebiscito de la ciudadanía, antes de que terminen de matar lo poco que queda”, finalizó Pontones.