Puerto Real vivió este Miércoles Santo una de las noches grandes de sus Semana de Pasión, la primera con dos hermandades en la calle y con calles abarrotadas de público para disfrutar de los magníficos desfiles de las hermandades del Ecce Homo y la Vera-Cruz. Volvían a la calle dos hermandades muy distintas: Vera-Cruz, la más antigua de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, documentada en 1551; y la Hermandad del Ecce Homo, una de las últimas creadas en Puerto Real (2017).

Hermandad del Ecce Homo de Puerto Real

Ambas, partieron de sus respectivas sedes canónicas a las siete de la tarde. Desde María Auxiliadora salía la Hermandad del Ecce Homo, que por segundo año consecutivo podía cumplir su recorrido al completo y pasar por la Carrera Oficial. Ha sido un año especial para los hermanos, el de la consolidación en la calle para una cofradía que va creciendo a pasos agigantados. Este Miércoles Santo, los hermanos estrenaron la reforma integral del único paso de esta Hermandad, las cuatro esquinas del paso en orfebrería y las nuevas caídas. También nuevas túnicas creadas por el grupo de costureras de la corporación cofrade, debido a que el cortejo sigue aumentando.

Uno de los estrenos más llamativos fue la nueva imagen del sanedrita, donada por un hermano, que completa el conjunto escultórico en el que destacaba la imagen del Ecce Homo, obra de Manuel Martín Nieto, que la Hermandad bendijo y estrenó en 2022. Todas ellas se situaban sobre un nuevo suelo labrado, que imitaba el enlosado del pretorio romano donde tuvo lugar la escena de la pasión que representa la cofradía.

Los cofrades, que completaron uno de los recorridos más extensos de la Semana Santa de Puerto Real, estuvieron acompañados de la Banda de Cornetas y Tambores Ntra. Sra. de las Lágrimas de Campillos, que marcó los pasos de la cuadrilla que una vez más estuvo comandada por José María Vidal.

Salida de la Hermandad de la Vera Cruz de Puerto Real

Al mismo tiempo que los cofrades de María Auxiliadora empezaban su catequesis en la calle, se abrían también, en el otro extremo de la ciudad, las puertas de la parroquia de San Benito Abad para la salida de la Hermandad de la Vera-Cruz y Nuestra Señora de la Amargura, la cofradía que pone en la calle uno de los cortejos más amplios, con casi 400 hermanos.

Cientos de personas se dieron cita en los alrededores de la parroquia para presenciar la salida del Cristo marinero, y de la Virgen de la Amargura, la dolorosa titular de la Hermandad que tanta devoción profesa en los barrios de las 512 viviendas, La jarcia y Añoveros.

Francisco Andreu Linares, hermano número 3 de la cofradía y que cumple 50 años como hermano, fue quien dio la primera levantá del paso de misterio, mientras que la primera de las llamadas en el palio de la Amargura se cedió a la Hermandad de Humildad y Paciencia de Cádiz, con motivo del 25 aniversario del hermanamiento de ambas corporaciones.

Vera Cruz cumplió las expectativas que cada año genera. Tras la salida, los hermanos siguieron el habitual recorrido que se inicia por Fandango, Factoría de Matagorda, Soledad y Amargura, donde el cortejo se luce con especial esplendor. El paso de misterio, comandado por José Manuel Romero y Miguel Ángel Gallardo, estuvo acompañado de la Agrupación Musical Santa Águeda (Villalba del Alcor), mientras que el paso de palio, cuyos capataces eran nuevamente Cristian Gaviño y José María Flores, procesionó con los sones de la Banda de Música Nuestra Señora del Carmen (Prado del Rey).

Se dirigían los hermanos hasta la Prioral de San Sebastián para realizar su estación de penitencia, donde ya la realizaba la Hermandad del Ecce Homo antes de entrar en la Carrera Oficial por calle De la Plaza.

Fue la de este Miércoles Santo la primera de las noches en la que el público que se dio cita en la Carrera Oficial pudo disfrutar del paso de dos hermandades, cuyos desfiles prácticamente se unieron en los trayectos de regreso a sus respectivos templos.